Colosó (Sucre).
Miércoles 29 de junio de 2016
Libro abierto.
Colsó tiene su encanto, sobre todo para los arquitectos y diseñadores.
Conserva un estilo de construcciones, con madera y cubiertas en lámina, propias de la costa caribe.
Por ejemplo, la iglesia de San Miguel Arcángel ostenta un diseño propio y fue construida a la antigua, como fueron hechas la mayoría de las edificaciones en Colosó.
El templo por fuera tiene señorío así no corresponda a ninguno de los estilos clásicos. No conocí el interior, así que me quedé sin saber si por dentro también tiene carácter.
En el centro de Colosó hay residencias que conservan el talante primitivo, como la anterior sede de la alcaldía, una casona de dos pisos con balcón corrido.
Sin embargo, desde hace unos meses el gobierno municipal se ejerce desde un edificio moderno que ahora terminan de remodelar, al frente del parque central.
Atractivos naturales.
Allí estuve saludando a los funcionarios y repartiendo tarjetas del blog.
Cuando averiguo por destinos naturales alrededor del pueblo, los lugareños me hablan de los pozos y el Salto del Sereno, una hermosa cascada de aguas blancas.
Para mitigar el calor, pedí una Pepsi mini en envase retornable por $700, acompañada de un pan de uva. Ese pan tiene un sabor único y la masa es suelta, nada pastosa.
Los moto-taxistas me sugieren que pague los $8.000 para llegar hasta Toluviejo.
No debo exponer mi piel al sol haciendo más recorridos en moto. Prefiero esperar transporte cubierto, aunque no es fácil.
Auto-stop.
De todas maneras comencé a ponerle la mano a todo carro que salía por la calle principal, que no son muchos.
Los jóvenes de las motos que me veían echar dedo, me observaban incrédulos y no faltó algún gesto de burla.
Hasta cuando me vieron subir a una Chevrolet NPR 4.5, conducida por Daniel, un costeño casado con esposa antioqueña.
Ah, genial, qué parabrisas panorámico tan chévere. Y desde mi asiento alto soy domino el paisaje. En poco tiempo estuve en la carretera troncal.
El alcalde de Colosó hasta el 2019 es el señor Dager Manrique Paternina Alquerque.
Acá habitan en total seis mil colosanos, repartidos por partes iguales, en el pueblo y en las veredas.
Que bonito ese municipio. Con referencia al auto-stop, no sé si es muy común por estos lares o qué, capaz y a la gente de acá le parece muy raro.