Dolores (Tolima).
Martes 6 de junio de 2017
Sur del Tolima.
Alpujarra y Dolores son dos municipios pequeños ubicados en el extremo sur del departamento del Tolima.
La distancia entre Alpujarra y Dolores es de solo 17 kilómetros, pero como la vía está sin pavimentar y en regular estado, el viaje dura hora y media.
La carretera da una vuelta enorme y en travesía, para llegar por fin a Dolores.
Este es un pueblo con buen movimiento comercial aunque hoy no hay pollo en ninguno de los restaurantes por donde estuve averiguando.
En la buseta venía un profesor jubilado que fue rector en su colegio y tuvo la fortuna de retirarse con dos pensiones, una a los 55 con el departamento y otra a los 62 años con la nación.
En el departamento del Tolima los profesores tienen régimen especial con ese privilegio.
El conductor de este bus Hino que va hasta Bogotá, es un hombre maduro, responsable y cordial que tiene pegadas a la división del parabrisas, las fotos de sus cinco nietos.
A mitad de camino pasamos por La Arada, una inspección de policía con capilla, parque y coliseo. Más adelante hay otra vereda grande llamada El Carmen.
Iglesia y dos parques.
La iglesia de Nuestra Señora de los Dolores, con la imagen virginal en lo alto, tiene buen aspecto, a pesar de lucir una sola torre cónica.
En una sala Internet del barrio alto, la administradora me recomienda visitar el charco de San Juan, que está a 20 minutos del pueblo, en carro.
Ya en la plaza anduve por la alcaldía donde hay funcionarios que sonríen. Esta sede es nueva y amplia, pues la anterior sede administrativa, también de dos plantas y balcón corrido, la dinamitó la guerrilla.
Dolores fue un pueblo muy asediado por grupos armados en los años 90.
Esperemos que en adelante se vivan tiempos mejores.
Alto de la Cruz.
El Alto de la Cruz es otro sitio desde el cual se mira el pueblo y gran parte de la zona circundante.
Pero subir hasta allá no es fácil, aunque el sendero en piedra npor el cual se asciende, es hermoso.
En síntesis, aunque es inclinado, Dolores es una localidad que atrapa, con dos parques: el principal o Bolívar o La Paz, frente a la iglesia y la Alcaldía, y el de Santander, donde crecen algunas palmas altivas.
Regreso en camioneta.
Para ir hasta Alpújarra existen dos vías: una que pasa por varias veredas y fue por donde vine esta mañana, y otra más poblada y corta por la cual regreso en la camioneta cuatro puertas que conduce Ancízar, su dueño.
Viajo en la ventana al lado del conductor, con vista increíble sobre todos lados.
Como el chofer se sabe de memoria la carretera y anda rápido, nos trajo hasta Alpujarra en solo una hora y diez minutos.
Este conductor está feliz con su camioneta Chevrolet D’Max. Tuvo otra de la misma marca que trató de acabarla dándole duro y, como no pudo y demostró ser tan fina, se compró esta otra que está terminando de pagar.
Este viaje estuvo increíble, Ancízar maneja muy bien y rápido y con poco sol, pude disfrutar muy bien de todo el paisaje.
Queso de Cabra.
Lo mejor del recorrido fue el queso de cabra que compró Ancízar en el cruce para Alpujarra. Una rosca grande por $6.000, yo le compré un pedazo por $2.000. Muy rico.
Ancízar sostiene que el sabor exquisito de ese queso se debe a que las cabras no se alimentan con concentrado, sino con monte.
En Alpujarra hicimos escala de 50 minutos. Desde acá hasta Neiva son tres horas de recorrido, pasando de largo por Baraya y Tello.
A las 4:30 estuvimos en el sector llamado Galindo, a la entrada a Neiva y a las cinco de la tarde en el centro de Neiva.
El alcalde de Dolores hasta el 2019 es el señor Gelman Betancour Ramírez.
Acá habitan en total 9.000 doloreños, 4.000 en el pueblo y 5.000 en las veredas.
