Páez (Boyacá).
Lunes 25 de abril de 2016
A 120 kilómetros al sur-oriente de Tunja se encuentra Páez, municipio perteneciente a la provincia de Lengupá, como se llama el río que baña esas tierras.
Bellezas Naturales.
En este día soleado, conoceré dos pueblos de Boyacá, sin morral a cuestas, pues la idea es recogerlo al final de la tarde en el hotel de Miraflores donde pasé la noche.
El pasaje de Miraflores a Páez cuesta $9.000 para hora y media de recorrido.
A las ocho y cuarto de la mañana el conductor se demora para arrancar, solo yo le pregunto a qué horas nos vamos. El resto de pasajeros son más pacientes y tolerantes que este viajero experimentado.
Páez es otro pueblo de montaña y por lo tanto de calles inclinadas.
La carretera en travesía desde Miraflores hasta Páez es destapada pero con paisajes verdes que te abren las pupilas.
El talud a un lado de la vía, ofrece a la vista plantas nativas, vegetación exuberante y a veces musgo fresco.
El río Lengupá corre abajo durante gran parte de la trocha.
Por este sector queda la laguna La Caracoleña, de varios cuerpos y entre bosques tupidos, espero visitarla algún día.
Pasamos por las salidas para Berbeo que está a 4 kilómetros de la carretera y San Eduardo que dista 9 de la vía principal.
Ambos cruces están a menos de dos kilómetros uno de otro.
Lo que sí me admira es el poco tráfico que circula por estas carreteras boyacenses. Tal vez el espíritu conservador de sus gentes hace que haya poco progreso y no se tenga ánimos para muchas aventuras.
Nidos de Gulungo.
Antes de llegar a Páez vimos el andamiaje con el que construyen un gran viaducto para esquivar una falla geológica. Allí aproveché para fotografiar los nidos de gulungo, pocas veces vistos, en lo más alto de los árboles.
Especie de bolsas alargadas o jíqueras tejidas por pájaros de plumaje negro y una línea amarilla bajo las alas, que se hace evidente cuando emprenden vuelo. Hasta el más flemático se admira con estas maravillas de la naturaleza.
El pueblo.
En Páez también están terminando de remodelar el parque principal. Como casi todas las calles son pendientes, comencé la caminada antes de llegar a la plaza para no tener que trepar cuestas.
Lo mejor de Páez son los vitrales de la iglesia, que tampoco son muy prolijos, pero sí coloridos.
En una moto anduve algunas calles, aunque no es mucho lo que hay para admirar.
Pasamos por el Centro de Salud, el Mercado Ganadero y llegamos a la Alcaldía, en el marco de la plaza, frente a la iglesia.
Algunas casas tienen las fachadas coloridas, se ven muy bien en este día de sol brillante.
A las diez de la mañana termina mi visita a Páez y salgo en una buseta hasta el cruce para San Eduardo.
Lo mejor fue que a pocos kilómetros de la salida el bus se varó, justo en un punto hermoso de la zona, donde hay una ‘colombina’ que indica como velocidad máxima 30 kilómetros por hora, una cruz y un árbol, que yo interpreté de esta manera:
‘Los momentos más felices y los más difíciles, comienzan a los treinta años. Pero de todas maneras la vida será tan espléndida y bella como quieras verla’.
Definitivamente no hay como viajarenverano: en tiempo de lluvia estos paisajes carecen del brillo y la nitidez como se ven ahora.
Fuera de que tanta hermosura contagia el espíritu y anima el corazón.
Es tan bello este panorama que poco me importaron los precipicios tan profundos que hay cerca al paral que marca el kilómetro 105.
Dúmar Fabian Lozano Vargas fue el alcalde de Páez hasta el 2019. Juan Diego Morales Calderón ocupó el cargo hasta septiembre de 2020 cuando fue inhabilitado.
Aquí viven 3.400 paeces, 1.200 en el pueblo y 2.200 en el campo.
gracias por este bello reporte ,corto pero bonito,naci en Paez, el 1 /9/1942, y sali de alli con toda la familia por la violencia en 1.954. regrese en el 57. y nunca mas volvi, tengo bellos recuerdos de mi pueblo, su iglesia las calles empedradas, y mi abuelo que fue quien pago y casi fabrico esa iglesia trajo las campanas de Italia por intermedio de el cura Parroco, el Cura Lopez, tengo un libro que algun dia publicare de como se formo la guerrilla en ese pueblo valiente, en respuesta a la violencia, de alli salieron Guadalupe Salzedo y los hermanos Aguirre ,las familias Monroy. Vargas,Parada, Barreto. ,ojala pueda publicarlo es una verdadera historia de un emigrante en su propia tierra, gracias , si alguien estuviera interesado en ayudar a publicarlo este , es mi correo johnnybartoms@gmail.com
Sí, sería bueno encontrar quien le pueda ayudar para publicar el libro, qué bueno que esas historias no queden en el olvido. Saludos.
Gracias por sus comentarios , mi padre nació en Páez ,en 1919 su nombre Jose Miguel Perilla Carranza no conozco Páez , lo que me contaba es que luego vivieron en Miraflores y en Somondoco , antes de viajar a Bogota vivió en Guateque por los años 1940 , en aquellos tiempos la comunicación era por cartas y telegramas , quisiera conocer mi orígenes ahora tengo curiosidad de como seria la vida de mi Padre su niñez se que tuvo una hermana , y en algún momento se encontró con un hermano medio en las Junta de apellido Carranza , hermanos de madre . cuando viajo a Bogota fue donde su tío Cristobal Perilla vivieron en el barrio 7 de agosto ….solo quería compartir esta breve historio ..un abrazo a todos !!
Bueno, ojalá visite la tierra de sus ancestros. Recuerdo que en Páez me comí las mandarinas más dulces y carnosas que he disfrutado. Saludos.