Dónde comer barato.
Quienes viajamos en transporte público, nos ponemos al nivel de la gente común y corriente, que no tiene auto particular y se desplaza en bus. Cualquier mochilero vive con un presupuesto diario semejante al de un obrero.
De ahí que los trabajadores que ganan un salario mínimo son excelente fuente de información para quienes están en situación similar, como es el caso del aventurero que se mantiene con lo justo.
Y no solo en Colombia, cuando se viaja al exterior, los vigilantes, porteros, domiciliarios en moto, son las personas ideales para consultar acerca de alimentación, transporte, destinos turísticos o sitios seguros.
Para saber dónde comer.
En los aeropuertos, sitios turísticos, centro de la ciudad, la oferta de comida gourmet es abundante y evidente. Pero con presupuesto ajustado hay que averiguar por lugares menos costosos, como son los restaurantes populares.
Y esa información la pueden suministrar quienes en alguna oportunidad habrán almorzado en un comedor de tenedor y medio.
Hace poco en el Terminal de Transportes El Salitre de Bogotá, no sabía dónde comer bien con poco dinero, antes de abordar el bus para un viaje de 10 horas.
Pues la solución fue preguntarle a uno de los vigilantes del Terminal y él me sugirió el mejor sitio al alcance de mi bolsillo.
Nunca había comido un caldo de pescado tan delicioso como el que me sirvieron por $12.000 en el restaurante Pollo Azul, del módulo celeste del terminal
‘Sancocho de vitrina’.
No siempre hay dinero para pagar incluso un menú del día. Hay situaciones en las cuales ni siquiera se tienen los 3 dólares que puede costar un ‘corrientazo’.
Así que con el estómago y los bolsillos casi vacíos o a manera de matambre, una buena opción es pedir en la tienda de barrio una gaseosa, un pan y la porción de salchichón frito de la vitrina.
A eso en algunas regiones se le llama ‘Sancocho de vitrina’. Y si, el salchichón frito o de la nevera que venden en pociones o por pulgadas, contiene suficientes proteínas, el pan los carbohidratos y la gaseosa el energético suficiente para continuar el viaje.
Y si requiere regulador, una mandarina o un mango en la plaza de mercado, completa un menú balanceado.
Mejor ‘corrientazo’ que gourmet.
En los comedores populares, sobre todo si se llenan de comensales al medio día, la comida está siempre bien sazonada y recién cocida. Por eso son tan buenos los platos, porque se preparan con horas de anticipación, en cantidades grandes y por cocineras experimentadas.
En cambio en algunos restaurantes de lujo, los alimentos deben prepararlos de afán, luego de sacarlos de la nevera, descongelarlos en micro-hondas y después ponerlos al fuego entre salsas a base de grasa, saborizantes y edulcorantes.
De ahí que a platos tan atropellados hay que darles la mejor presentación con variedad de colores, para hacerlos más apetitosos de lo que en realidad son. La comida gourmet a pesar de ser costosa, muchas veces es más imagen que sabor. O ¿no les ha pasado?
Para elegir la carne.
Un buen truco para elegir qué carne pedir en restaurantes de pueblo: si pollo, chicharrón o hígado encebollado, consiste en ingresar al comedor repleto de gente, observando con atención y disimulo, los platos que consumen quienes ya recibieron el servicio.
Así que la próxima vez que entre al restaurante, no pierda la oportunidad de ver con anticipación el alimento, pues a veces la foto de la carta o el que describe la mesera, apuntan a un plato muy diferente al que en realidad le sirven.
Y ¿el tapabocas?
En época de pandemia como ahora, cuando hay que quitarse el barbijo para ingerir los alimentos, lo recomendable es colocarlo no en la silla de al lado, sino guardarlo en el bolsillo o debajo de la camisa.
En ocasiones toca salir de afán, el tapabocas irá con usted y no se quedará olvidado en el asiento. De todas maneras para prevenir contagios, lo recomendable es no hablar mientras se consumen los alimentos ya que la boca está desprotegida para recibir al spray de los demás o insegura para contagiar a los acompañantes.
Huy.. cierto eso que comentas.. me ha pasado algunas veces que uno pide el plato según al foto y salen con algo totalmente diferente.. más pequeña la porción de lo que se ve en la imagen.. ejejej tal cual.
Así es Will, gracias por tu comentario, saludos.
Excelente narrativa. Muy original, llevando al lector a no querer abandonar hasta terminar el escrito. Y lo mejor de todo, es que se basa en experiencias muy compartidas por muchos! Muy bien por lo expuesto!