Cascada Bordones – Huila.

Estando en San José de Isnos (Huila), entendí que para conocer la Cascada Bordones no es necesario dormir allá, perfectamente se puede ir y volver en una tarde, visitando incluso el Parque de las Piedras.

Catarata.
Cascada Bordones.
Flores.
Jardín en casa campesina.

Dí con el conductor que era.

Para mí que viajo en transporte público esa odisea fue posible gracias a que di con un conductor tan amable como Oliverio, quien maneja una camioneta D Max cuatro puertas.

En el mapa puesto sobre la tapa del platón, Oliverio me indicó el plan: gentilmente él me esperará a mitad de camino mientras visito el Parque de las Piedras, y luego puedo continuar en su camioneta hasta Bordones, el corregimiento y de ahí viajar en moto-taxi hasta la caída de agua. 

Después de conocer el Museo Arqueológico Parque de las Piedras, continuamos hacia el corregimiento Bordones, una localidad grande, con capilla, comercio y una plaza pequeña.  Lo bueno es que la vía no es plana ni montañosa y en su mayoría está pavimentada. Cerca al Parque Arqueológico hay un paso difícil con pantano que sortea muy bien la camioneta 4×4 de Oliverio.

Carro mixto.
Colectivo de Oliverio.
Macizo.
Cerca del Macizo Colombiano.

Algunos de los trapiches que vemos en la ruta tienen su chimenea humeante, pues están en molienda. También se ven muchas casas campesinas hermosas con jardín a la entrada.

Como no sabía que la Cascada quedaba tan cerca y era tan fácil llegar hasta ella, traje el morral por si debía dormir en el corregimiento. Menos mal Oliverio me ofreció su casa en donde tiene una ferretería atendida por la esposa, para dejar el morral bien cuidado.

Motorista comedido.

Y algo extraño y grato: en la placita del corregimiento, un muchacho de rasgos indígenas me dijo que me podía llevar sin cobrarme hasta el salto. Qué maravilla. Claro que le pagaré, así que me subí de parrillero. El joven resultó lo más de buen conductor al sortear como el más experto, los pasos con barro que hay en el camino.

Desde el corregimiento hasta el salto son apenas unos dos kilómetros por terreno sin pavimentar. Lo más vistoso al llegar es el edificio de tres plantas del Hotel Bordones.

Para ver la caída de agua hay que asomarse al precipicio o bajar un poco por terreno resbaloso hasta llegar a una esquina desde donde pude fotografiar bien la catarata. El Hotel tiene escalas firmes para bajar, pero yo con cuidado logré llegar fácil hasta la atalaya.

Viajero.
Encantado de semejante vista.
Verde.
Variedad de verdes.

Esplendorosa vista.

Hermosa, imponente, se ve muy bien la caída de agua máxime ahora cuando por las lluvias recientes el chorro es abundante. Abajo el río sigue su curso, eso sí, 400 metros más abajo.

Caída.
Imponente caída de agua.

Le sugerí a unas chicas que venden artesanías que trajeran palos de escoba para vender o alquilar a quienes como yo necesitamos de una tercera pierna para descender con seguridad y sin esforzar las rodillas. Ojalá la pongan en práctica.

Mi amigo, el conductor de moto con rasgos indígenas me esperó paciente hasta cuando tomé algunas fotos y regresé con él hasta el corregimiento. Reclamé el morral con la esposa de Oliverio y le pedí a mi conductor que me bajara un poco en dirección a Isnos, para enfocar algunos de los jardines de casas campesinas.

Incluso mi amigo se ofreció a llevarme hasta Isnos, pero ya es demasiado exigirle a mi cuerpo.  Así que fotografié las plantas de la primera, la segunda casa campesina y al llegar a la tercera me quedé extasiado ante tan ta belleza. Ese éxtasis lo describí hace algún tiempo en esta publicación: .

Esa tercera casa es la de Mercedes, una señora amable que vive allí con su esposo y dos nietos. Su jardín es de los más bellos que he visto, y eso que por estos días no tiene tantas flores como de costumbre.

Anturios.
Anturios y otras especies.

Fecha de la visita: Jueves 22 de junio de 2019.

Germán Vallejo

En este Blog publico relatos de mis viajes por Colombia y Antioquia. Desde el 2004 he realizado viajes, casi siempre solo, con pocos recursos y en transporte público. Estoy convencido que en un día soleado todo se ve más bonito, por lo que prefiero viajarenverano. Bienvenidos.

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