San José de Fragua (Caquetá).
Domingo 13 de marzo de 2016
Desde las cuatro de la mañana está lloviendo fuerte en la capital del Caquetá. A ratos merma y luego vuelve con más fuerza. Y a las seis se fue la luz.
Como pude me levanté para estar a las 8:45 de la mañana en el Terminal de Transportes de Florencia.
En un colectivo por $15.000, salimos hacia San José de Fragua. Ahora nos dirigimos a los pueblos del sur, por una carretera con mejor pavimento que la que va a los municipios del norte.
A mi lado viaja una chica que vivió unos días en Bogotá, donde entendió que lo suyo es ser Oficial del Ejército, para lo cual se presentará en dos meses. Ya ve, esa es una buena opción para muchas mujeres en esta región.
A la entrada al pueblo se ve la escultura del cortador de caña que instalaron recientemente.
Uno de los importantes destinos de naturaleza en San José de Fragua es ‘La Piedra del Indio Apolinar’, un monolito de 40 metros de diámetro, que utilizaban los aborígenes de la región para celebraciones de reconciliación, adoración y fiestas carnavalescas.
Y en el corregimiento de Fraguita, se encuentra el ‘Portal del Río Fraguita’, una vertiente que corre entre dos rocas muy altas llenas de vegetación. Foto: sanjosedelfragua@blogspot.com.co.
Está ubicado a 35 kilómetros al sur de San José, con carretera para vehículos 4×4. Estando allí es posible tomar un baño en las cristalinas aguas del río.
En el marco de la plaza de San José de Fragua está el edificio de dos plantas y muy decente, en donde funcionan las oficinas gubernamentales.
El parque es amplio con suficiente sombra y al lado hay una cancha mixta con graderías.
La iglesia moderna tiene una fachada en piedra verde. No es gran cosa, pero sí fresca e iluminada. En el camarín arriba del altar, está la imagen de la Virgen de Aaranzazu, que hace 50 años trajeron de España los padres Capuchinos.
Hasta allá suben los fieles a pedir favores a la Virgen. En varios pueblos del Caquetá y Huila también se venera a la Madre de Dios bajo esa advocación.
Estuve hablando con el cura párroco, quien tiene su casa a un lado de la iglesia y al otro lado está el colegio parroquial.
El sacerdote también me señaló el monumento que construyeron con la imagen de la patrona allá arriba en la cima de un cerro con vista favorable en las tardes, hacia todo el casco urbano.
La iglesia no tienen campanas para llamar los fieles a las ceremonias; se utilizan grabaciones y alto-parlantes.
Desayuné con caldo de pescado y huevos en un restaurante de regular calidad en el marco de la plaza. Lo que busco es darle una espera a la lluvia a ver si escampa. Pero nada, hoy no será posible viajarenverano.
Esta plaza grande y plana, me gusta.
Entonces pasé al malecón, muy bien arreglado y decorado con dos alto-relieves en cemento. Por ahí baja furioso ahora el río Fragua, el mismo en el que se bañan los fragüeños en tiempo de verano.
Esa vertiente baja de enfurecida, trae tablas, ramas y todo lo que se le ha atravesado en su recorrido. Se ve que la lluvia más arriba también ha sido muy fuerte.
En san José viven unos 14.000 fragüeños, de los cuales cinco mil son citadinos y nueve mil campesinos.
Arnulfo Parra Peña gobernará el municipio hasta el 2019.
