San Juan de Betulia (Sucre).
Desde Sincelejo la capital del departamento de Sucre hasta Betulia, son solo 22 kilómetros que se recorren en media hora de viaje.
Nunca imaginé las experiencias tan agradables que iría a vivir hoy en San Juan de Betulia.
Y es que hoy la localidad está de fiesta; con alborada y corralejas se iniciaron las celebraciones en honor de Santa Teresa de Ávila, patrona del municipio.
Parece como si lo menos importante es Santa Teresa de Ávila, ya que la iglesia está cerrada y en reparación.
El día de la santa es el 15 de octubre, pero para abarcar más jornadas de jolgorio, las celebraciones se trasladan para el puente festivo que comienza mañana.
Bandas sucreñas.
Así que la sorpresa fue encontrar en la plaza de Betulia cuatro bandas de música intercalándose para interpretar melodías festivas.
Los conjuntos musicales de Chochó, Colomboy, La Doctrina y Betulia fueron contratados para animar estas fiestas y las corralejas que comienzan hoy todas las tardes hasta el próximo lunes festivo.
Desde las cuatro de la mañana las bandas de música estuvieron recorriendo las principales calles en la tradicional alborada.
Y ahora, antes de salir cada uno para su localidad de origen, todos los músicos hicieron un círculo para interpretar la canción de cierre: nada menos que el porro titulado ‘María Varilla’.
En estas tierras sucreñas cualquier porro se escucha con los pelos de punta. Tuve la buena idea de grabar un video de un minuto para compartirlo en FaceBook.
Una barra de amigos de distintas edades disfrutan del espectáculo en una de los quicios de la plaza.
Corralejas.
El acto central de las festividades son las corralejas que se celebran por las tardes hasta el lunes festivo. Ayer la Fiesta se inició con la cabalgata.
Anduve por el inmenso círculo en madera donde se celebran las corralejas. Muchos puestos de venta se preparan para la fiesta vespertina.
Lo mejor de venir a los pueblos es probar las delicias de su gastronomía. Imposible no pedir patacón con queso y ají, de exquisito sabor.
Algo descuidado.
El parque central de Betulia amerita una remodelación. No tiene buen aspecto y ahora se ve desolado pues la mayoría de los habitantes del municipio trasnocharon ayer y todavía están durmiendo.
Infortunadamente no se ha educado a los acerca del manejo de los residuos sólidos, las basuras y empaques de agua se arrojan al piso sin cuidado.
La rutina se interrumpió con el ingreso a la plaza de un coche halado por ‘CaboBlanco’, un caballo elegante, color café, que se caracteriza por las cuatro puntas de sus patas de color blanco. Muy simpático el cochero, me dio la explicación en medio de risas.
El talabartero.
También conversé con Marino Mesa, el zapatero y talabartero que tiene su taller en una casa pequeña y antigua, de piel roída que permite ver las varas de caña brava con las cuales se sostiene el techo.
En un rincón del taller Marino conserva fresca el agua en una tinaja de barro. Cada tanto toma su porción de líquido en el pocillo de peltre.
El artesano enseña con orgullo las abarcas que más le compran, que son las mismas que él usa por cómodas y durables. Y es que Marino pertenece a la generación de cuando los productos se hacían sin obsolescencia programada. Si duraban toda la vida, mejor.
Elaboración de Yabolines.
A continuación encontré lo que buscaba: fábricas de diabolines en funcionamiento. Claro que no se trata de factorías en todo el sentido de la palabra sino viviendas familiares en donde han habilitado el solar o unas piezas traseras como área de producción, con el horno de barro como epicentro.
Los Yabolines o Diabolines son deliciosos bizcochitos hechos a base de queso costeño y yuca, además de otros ingredientes en menor proporción: leche, matequilla y huevos.
La receta original se ha transmitido de generación en generación hasta las variedades actuales como los Diabolines de ajo.
Para obtener un buen Yabolín (con Y, puesto que el principal ingrediente es la Yuca), es fundamental hacerlos pequeños para que queden crujientes. Y otra condición indispensable es calentar el horno con leña que es la que le dá el sabor auténtico e imprescindible.
La mejor fábrica fue la que no tiene marca propia en donde me atendieron sin recato y con amabilidad. Tanto que al final me obsequiaron una bolsa con el producto.
Observé todo el proceso, desde cuando mezclan los ingredientes, preparan la masa, de las cual van sacando pequeñas porciones que colocan de manera ordenada sobre la lata, que luego meten al horno.
Distintos oficios.
Total que el proceso de producción requiere de un leñero, un hornero y un embolador: quien con gran agilidad va sacando el cordón de masa las pequeñas porciones que luego serán bolitas de sabor.
Quienes se encargan de embolar, tienen gran habilidad para cortar porciones pequeñas de masa y colocarlas de a una y en perfecta cuadrícula sobre la lata.
Con trozos de leña delgada y seleccionada los leñeros logran una llamarada espesa y ardiente.
Hasta hermoso se ve tanto fuego de lenguas rojas y amarillas. Y ni se arrime a la boca del horno, que transpira fuego eterno y es por lo que a los bizcochitos el algunos les dan el nombre de Diabolines.
Alcaldes de San Juan de Betulia han sido: 2016-2019 Fermín Ávila / Hugo Gamarra; 2020-2023 Juan Manuel Hoyos Angulo.
Acá habitan en total 12.500 betulianos distribuidos por partes iguales en el pueblo y en las veredas.
Fecha de la visita: Jueves 2 de noviembre de 2017.
Se ve bonito el municipio, espero que hayan limpiado el parque.
Ah sí, seguramente,. Suerte Rafa.