Turmequé (Boyacá).
Jueves 2 de junio de 2016
Turmequé es un municipio declarado Patrimonio Histórico y Cultural de la Nación. Imagínese.
Este pueblo boyacense no fue fundado sino que ya existía un caserío indígena cuando Gonzalo Jiménez de Quesada pasó por allí.
Lo más valioso del municipio es su iglesia en honor de Nuestra Señora de Chiquinquirá.
Inicialmente tenía al frente una espadaña pero más adelante se le agregó a manera de frontis, una torre de estilo neogótico. Se cree que la iglesia original se construyó hacia 1.580.
Accidentalmente en 1.988 al colocar un cuadro, se cayó el revoque dejando al descubierto parte de la pintura del Arcángel San Miguel.
Entonces se inició un trabajo para descubrir y restaurar todas las pinturas que ocultaban los muros de la iglesia. Esos dibujos tenían como finalidad ilustrar el adoctrinamiento de los indígenas por parte de los encomenderos de la época.
En el 2008 se terminaron los trabajos y en la actualidad se pueden ver casi completas todas las imágenes que escenifican la Creación, la conversión de San Pablo, la expulsión del paraíso, el Juicio Final, etc.
Debido a la importancia histórica y calidad de los grabados, a la iglesia de Turmequé se le conoce como la ‘Capilla Sixtina de Latinoamérica’.
En seguida de la Iglesia está la Casa Cural y el Museo de Arte Religioso donde se guardan pinturas originales del maestro Baltasar de Figueroa quien en el siglo XVII tuvo allí su taller.
Muchas casas coloniales de Turmequé conservan sus balcones altos y todavía se pintan de color café oscuro.
Desde el atrio de la iglesia parroquial se ve al fondo el casco urbano de Nuevo Colón, otro municipio boyacense que visitaré en esta correría.
Cuando andaba por el cementerio me encontré a Nelson Guerra, un Vigía de Patrimonio del municipio quien, con base en la cartelera elaborada por él, me explicó los orígenes del Juego del Tejo, el Deporte Nacional.
Al principio los indígenas lo jugaban lanzando una piedra lo más lejos posible, pero luego le incorporaron la mecha o papeleta con pólvora que estalla cuando el pesado tejo le cae encima.
Pero lo más interesante es que el Tejo está ligado a la cosmogonía muisca, toda vez que las canchas se ubicaban de oriente a occidente y el objeto lanzado representaba el ‘desplazamiento del sol’ en el firmamento.
También se cree que el tejo que se lanza representa la ofrenda al sol y a la luna, que recibía el Jeque o sacerdote.
Hay quienes asocian la forma del tejo con los ovnis, aunque esa interpretación es menos aceptada.
Y aunque en Turmequé hay un Coliseo de Tejo, sus habitantes se quejan porque los jóvenes ya poco practican el juego autóctono por dedicarse a las tablets y en general a las cosas de ciudad.
A continuación fotografié la Capilla de Nuestra Señora del Rosario, que se ubica cerca al Cementerio.
Lo más particular es que dentro de ese templo doctrinero hay un nacimiento de agua que infortunadamente no pude conocer. Para los creyentes de Turmequé esa agua es de por sí ‘bendita’.
En la plaza principal de la localidad se ve la escultura que representa al Cacique Turmequé lanzando un tejo. Es una obra de arte elaborada a partir
de chatarra automotriz. Se le critica al autor el que haya vestido al indígena con taparrabo, un atuendo irrazonable para el clima frío de la zona.
El autor de esa escultura del cacique, un artista del municipio de Paipa, también decoró el Terminal de Transportes con una imagen de la patrona de los choferes y el Cementerio con Nuestra Señora del Rosario, ambas hechas con repuestos viejos de carros.
En el cementerio estuve fotografiando algunas tumbas antiguas con hermosos decorados en mármol. No me gusta visitar campo-santos, a no ser que tengan algún valor artístico, como el de Turmequé.
Otra edificación emblemática de Turmequé, es la fachada del Hospital Baudilio Acero de estilo Art Deko creo, que se ve en la parte de arriba del pueblo.
Menos conocido que el Memorial de Agravios de Camilo Torres, es el de Diego de Torres, el Cacique de Turmequé, un mestizo que se propuso defender los Derechos de los Indígenas ante el mismo Rey de España, Felipe II.
Diego de Torres redactó en 22 puntos un Memorial en el que se habla de los atropellos y vejámenes de que eran objeto los indígenas por parte de las autoridades enviadas por el Rey a la Nueva Granada. Se le considera el primer documento en favor de los Derechos Humanos.
Antes de viajar al municipio vecino, me dejé atender por el Dr. Rafael, secretario de gobierno del municipio y la señora Margarita, dueña del Almacén y Panadería El Rey. Probé no solo las almojábanas recién horneadas, sino las Garullas, otra delicia típica boyacense.
Saliendo para Úmbita se obtiene una bella panorámica de Turmequé, en donde se aprecian sus iglesias, el Hospital y el Coliseo de Tejo.
En Turmequé habitan en total 7.500 personas, 2.500 en el casco urbano y 5.000 que se dedican a las labores agropecuarias.
El alcalde hasta el 2019 es el señor Yoani Vela Bernal.
Interesante saber historia.
German: Los Turmequenses estamos muy agradecidos de que haya dejado este recuento histórico ya que nos pone al día en algunos detalles que no recordabamos.
Me alegra saber que mis relatos son útiles. Saludos.
Muy agradable ver que hay personas interesadas en hacer conocer muchos municipios y poblaciones de nuestro país. Muchas gracias por esos esfuerzos con que premia a los que vemos sus recorridos.
Gracias María Inés, me alegra que valore mi trabajo, saludos.