Villahermosa (Tolima). 1/2

Sábado 18 de octubre de 2014

En esta primera entrega de mi visita a Villahermosa (Tolima), describiré las situaciones que viví durante el viaje desde Casabianca a Villahermosa.

DB
Descargue de Bultos.

Me acomodé en la silla delantera, al lado del conductor y atrás, dos o tres personas más. Fuera de los bultos con abono que se acomodaron en el capacete del campero Toyota, de color esmeralda.

Este recorrido me llamó la atención por los hermosos paisajes de labranza.

Casi todos los terrenos están cultivados, son predios donde se ha sembrado café, caña o plátano, y otros con grama con la que se alimentan vacas, mulas o caballos.

CCT
Casa campesina típica con jardín y guadua.

La arquitectura de las casas campesinas, al lado de la vía, tiene materiales similares: generalmente tablas de madera o listones de guadua.

Las viviendas hechas con adobe y cemento son más bien escasas.

El corredor de recibo, que es otra constante en las residencias campesinas, casi siempre se decora con matas de jardín y en algunos casos tiene chambrana como cerco.

DM
Desgranando maíz en el corredor delantero.

Allí en la explanada delantera de las casas, se cuadra la moto, se hacen labores como desgranar maíz, despulpar el café en cereza, herrar las bestias o tomar los alimentos, en una mesa de comedor abierto.

La naturaleza es también exuberante y colorida. Hojas de todos los tintes, florecitas moradas, naranja y amarillas, bejucos que cuelgan de los árboles más altos; a veces guaduales cubriendo el cauce de una quebrada, una cascada con abundante agua, que baja entre piedras enmohecidas, de pronto una quebrada desbordada, en fin, esta vía entre Casabianca y Villahermosa, es todo un espectáculo natural y fresco.

CV
Bello panorama en esta carretera veredal.

Y no faltan los perros curiosos que ladran al paso del campero o salen entusiastas a saludar al viviente que regresa. Las familias más acomodadas tienen una vaca de leche cerca y, otro animal doméstico que no falta, es el gato dormido sobre una silla o encaramado en el techo.

La gallina con pollitos es un espectáculo enternecedor, por lo que tiene de maternal y protector. Mediante gorjeos le enseña a los pequeños a encontrar alimento picoteando la tierra.

M
Monumento a la cultura cafetera.

Dentro del campero también hubo situaciones interesantes para atender. Detrás de mí venía un hombre como de 48 años, con pocos dientes y una barba de tres días. Por el sombrero ordinario y sucio y la ropa descuidada, se podría pensar en una persona necesitada.

Y sí. Muy necesitado: de compañía, comprensión, escucha. Llamémoslo Antonio.

Desde hace diez años trabaja sin descanso en una finca por la cual paga arriendo a su propietaria.

VI
Vitral en la iglesia de Villahermosa.

Hace ocho años murió su esposa y desde entonces no ha podido conseguir compañera. Su mayor preocupación es el hijo de 13 años, al cual no ha podido controlar, pues

‘…es más irresponsable que un marrano suelto’.

Además el adolescente se ha juntado con malas compañías, dedicadas al abigeato. Por eso Antonio tuvo que dejar la finca sola, para atender una cita en la Oficina de Familia de Casabianca. Con los ojos encharcados, nuestro amigo continuó su relato:

‘Nadie sabe el dolor con que el otro vive’, le dije a la doctora. ‘A ese muchacho no lo controla nadie y hasta me hizo aburrir la compañera que tuve alguna vez. Ahí fue cuando desistí de educarlo y dejé que hiciera lo que le diera la gana’.

ACA
Arquitectura de la Colonización Antioqueña.

Como gesto de solidaridad, el conductor del campero trae a cuento una historia similar: el hijo de 14 años de don Gustavo, habitante de una de estas veredas, denunció a su papá ante la Comisaría de Familia, dizque porque le pegó con un rejo hasta sacarle sangre, luego que el muchacho hirió al papá en la cumbamba, cuando ambos forcejeaban con una pala.

Increíble que por estas tierras, lejos de la ciudad, pero con televisión y medios de comunicación encendidos, se vivan las mismas angustias de los padres citadinos con hijos adolescentes. Hijos rebeldes que aprovechan vacíos legales, para denunciar a padres indefensos.

ZC
Baldosa en el zaguán de una casa villahermosuna.

A manera de cierre, Antonio sentencia:

‘Es que a los hijos de hoy en día no los maneja nadie. A mí no me dieron educación, pero sí tuve un papá que con rejo me enseñó a ser un señor!’.

En la próxima entrega describiré la visita al pueblo de Villahermosa.

Germán Vallejo

En este Blog publico relatos de mis viajes por Colombia y Antioquia. Desde el 2004 he realizado viajes, casi siempre solo, con pocos recursos y en transporte público. Estoy convencido que en un día soleado todo se ve más bonito, por lo que prefiero viajarenverano. Bienvenidos.

2 comentarios en «Villahermosa (Tolima). 1/2»

  • el 13 agosto, 2018 a las 11:12 am
    Enlace permanente

    Germán gracias por el relato, tengo una pregunta: en qué estado está la carretera entre Herveo – Casabianca – Villahermosa? Saludos!

    Respuesta
    • el 14 agosto, 2018 a las 3:33 pm
      Enlace permanente

      Es una vía destapada pero firme, no se en verano qué tan lisa se ponga. Vale la pena ese recorrido por la belleza de los paisajes circundantes.

      Respuesta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *