Caparrapí (Cundinamarca).

Miércoles 26 de agosto de 2015

Este municipio del nor-occidente de Cundinamarca se asienta en una meseta alta y alargada que no deja mucho espacio para la expansión del casco urbano.

Desde Yacopí, el municipio vecino, llegué hasta el sitio llamado La Aguada, desde donde salen los carros para Caparrapí.

SA
Templo de Santiago Apóstol.

Durante el recorrido se alternan los pastizales planos y el bosque virgen en las laderas.

Encantador viaje en moto.

En La Aguada, unas señoras me informaron que hasta las 11 no pasa la línea. Así que a esperar transporte para Caparrapí. Ojalá tenga suerte.

Y sí que estuve afortunado, aunque lo pensé dos veces cuando pasó Andrés, un moto-ciclista novato que va para mi destino.

AV
Carretera por entre abundante vegetación.

En par patadas arreglé mi viaje de parrillero con Andrés. Fue una gran decisión: como está bisoño, mi conductor maneja tan despacio como a mí me gusta ir en vehículo de dos ruedas y sin carrocería.

AC
Agua cristalina.

El día está preciso para viajar en moto: sin sol, más bien nublado. La carretera está rodeada de cañadulzales. Hay abismos muy profundos y a veces perpendiculares.

Pero yendo despacio, el riesgo es mínimo. Y eso sí, el placer ¡máximo! Qué felicidad siento recorriendo estas vías de vegetación exuberante y cerros empinados.

Se baja hasta el río Pata y luego se asciende hasta Caparrapí. Solo unos cinco kilómetros antes de llegar al casco urbano, se ve algo del pueblo.

De vez en cuando le pido a mi conductor que se detenga para tomar alguna foto, detallar un paisaje bonito o enfocar el lavadero de una casa campesina.

Andrés gustoso detiene la marcha que nos permite a los dos estirar las piernas.

CC
Lavadero de una casa campesina.

Mi conductor sugiere una foto a la Cascada Peña Alta, que infortunadamente no tiene casi agua en estos días de verano.

Cerca de Caparrapí entiendo que el viaje no fue tan incómodo y en cambio sí me permitió disfrutar al máximo de estos paisajes variados y verdes.

Ya en Caparrapí…

A las once de la mañana me despedí de Andrés en la plaza principal que es mediana y ofrece poco espacio para un coliseo, una tarima de eventos, una carpa y el parque, todo en el mismo sitio.

TP
Baldosa en el piso del templo parroquial.

La iglesia de Santiago Apóstol es bien singular: arriba del altar tiene un óvalo decente en cuyo centro está la imagen de la Virgen del Carmen.

Columnas rojas con capiteles dorados sostienen la cubierta. No está mal este templo, de dos torres agudas en la fachada que se ven agradables.

El parque pequeño está recién restaurado.

CC
Calle comercial de Caparrapí.

En lengua indígena, el nombre de este municipio significa ‘Tierra de barrancos’. Ya es suficiente con lo que he visto de Caparrapí.

Hasta las dos de la tarde no sale bus de regreso, así que busqué otra salida.

Un joven me arrimó en su moto hasta ‘Cuatro caminos’, a esperar cualquier opción de transporte.

En carro oficial.

No esperé más de diez minutos hasta cuando paró la camioneta Toyota cuatro puertas perteneciente a la Alcaldía de Caparrapí. No, ¡qué rico!

AM
Edificio sede de la Administración Municipal.

Estos funcionarios van hasta más delante de La Aguada, desde donde será más fácil arrimar a La Palma.

En esta camioneta va una enfermera joven y de piel hermosa que atenderá a un enfermo en la vereda cercana y el conductor, que no parece eso, sino un secretario de despacho.

CC
Cruce de caminos.

El hombre es una persona culta, con quien conversé gran parte del recorrido.

Y es que mi amigo se interesó bastante por el blog y admira mi forma de vida actual.

En la entrada a la vereda me despedí de los anfitriones y tuve tiempo de tomar algo hasta cuando pasó un furgón de Colsubsidio que me recogió y dejó en el centro de La Palma.

El alcalde de Caparrapí hasta el 2019 es el señor José Joaquín Sánchez Chávez.

Acá viven en total 16.000 caparrapunos, 2.500 en el pueblo y 13.500 en las veredas.

Germán Vallejo

En este Blog publico relatos de mis viajes por Colombia y Antioquia. Desde el 2004 he realizado viajes, casi siempre solo, con pocos recursos y en transporte público. Estoy convencido que en un día soleado todo se ve más bonito, por lo que prefiero viajarenverano. Bienvenidos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *