El Castillo (Meta).

El Castillo se encuentra cerca a Granada y a tres y media horas al sur de Villavicencio.

Desde la entrada a El Dorado, el municipio vecino, una moto me trajo hasta El Castillo por $7.000. 

Un viaje placentero, por terreno plano y carretera con buen pavimento. Se ven cultivos de yuca, que está tan barata por estos días, plátano, cacao y pastizales con ganado.

Viaje.
Viaje como parrillero.

La tarde está para enmarcar, me concentro y pienso: esto que vivo ¿sí es real, o acaso es un sueño?

Atravesamos dos corregimientos grandes de El Dorado: San Isidro y Puerto Sánchez. Y más adelante, pero en predios de El Castillo: Medellín del Ariari que, por su denominación, merecerá capítulo aparte.

Pequeño accidente.

Entrando al casco urbano de El Castillo, por poco nos caemos: al esquivar un resalto mi conductor aceleró cuando la moto pegó contra el andén.

Solo se torció el pedal del freno, a Dios gracias no besamos el piso, como lo hace el Papa cuando llega  a un territorio nuevo.

Lo mejor de este municipio es el inmenso Parque de Memoria Histórica María Mercedes Méndez, al fondo de la avenida. Con árboles frondosos, un obelisco en forma helicoidal e instalaciones para exhibir fotos u obras de arte. Qué bien.

Canal.
Canal que recorre el parque.
Alcaldía
Centro Administrativo.

En el marco del espacio público se destaca la Alcaldía de fachada vistosa y a un lado el coliseo con carpa de diseño moderno. 

No hay como los pueblos cálidos.

Me gusta el ambiente de esta plaza.  Algunos establecimientos tienen mesas en el andén donde es rico sentarse a contemplar el atardecer y todo lo que pasa en el centro de El Castillo.

En la discoteca cercana colocan por la tarde-noche, música bailable y vallenatos viejos encantadores. Casi todas las calles y avenidas cuentan con árboles sombríos muy necesarios en clima cálido.

Árboles.
Árboles que embellecen el pueblo.

La Manga de Coleo, como en todo pueblo llanero, es el equivalente a los estadios de fútbol de los pueblos del interior, los diamantes de beisbol en la costa atlántica o las tarimas para espectáculos en los pueblos vallenatos.

Una iglesia católica de aspecto sencillo y sin mayor decorado, tiene capacidad si acaso para un centenar de fieles.

Iglesia.
Fachada de la iglesia.

En la anoche no hay transporte de regreso hasta Villavicencio, así que tocará dormir acá esta noche, en un ambiente tan agradable no está mal la idea.

Mejores años.

El Castillo sufrió como ningún otro municipio, los ataques de grupos guerrilleros. El hecho más nefasto ocurrió el 14 de febrero del 2.000 cuando las Farc hicieron estallar 22 cilindros-bomba que casi acaban con el pueblo.

Y apenas el Presidente Pastrana dio por terminadas las negociaciones de paz con las Farc, los desplazamientos continuaron, cuando el ejército se propuso recuperar el territorio.

Hoy la gente ha comenzado a regresar a su pueblo y el ambiente es de sosiego. Se diría que el pueblo vive ahora sus mejores años.

Un monumento original ocupa el centro del parque. Se llama: ‘Anhelos infinitos e irreversible de paz’, una escultura de forma helicoidal que expresa el sentimiento generalizado de los habitantes de la región del Ariari, por los días de tranquilidad y paz que ya se viven en la zona.

Escultura.
Escultura en el parque.

Hoy se promociona el Eco-turismo en la vereda El Jardín y en haciendas de El Castillo. Los turistas prefieren compartir experiencias en sitios naturales, tener vivencias auténticas con lugareños que no han renunciado a sus costumbres.

En la vereda Caño Embarrado es posible disfrutar las frescas aguas de las Cascadas Puerto Unión.

Coliseo.
Coliseo de El Castillo.

El alcalde de El Castillo han sido: 2008-2011; 2012-2015 Wilmar Roa Malagón; 2016-2019 Eliécer Urrea Moreno y hasta el 2023 es el señor Wilmar Roa Malagón.

Acá habitan en total 5.000 castillenses, 1.500 en el pueblo y 5.000 en las veredas.

Miércoles 14 de marzo de 2018.

Germán Vallejo

En este Blog publico relatos de mis viajes por Colombia y Antioquia. Desde el 2004 he realizado viajes, casi siempre solo, con pocos recursos y en transporte público. Estoy convencido que en un día soleado todo se ve más bonito, por lo que prefiero viajarenverano. Bienvenidos.

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