Fúquene (Cundinamarca).
Lunes 6 de junio de 2016
En el casco urbano de Fúquene habitan menos de 500 personas. Ya con eso le digo todo.
Fúquene es un pueblo tranquilo, rodeado de verde por los cultivos tan cerca a las viviendas. En este día de verano prevalece el azul de la laguna y el firmamento abierto.
Capellanía es un corregimiento de Fúquene, sobre la vía central del norte con capilla grande de torre a un lado y varias manzanas de casas. Allí comienza el ascenso hasta la cabecera municipal.
Espero transporte para Fúquene, mientras veo pasar muchos vehículos que transcurren de ida y vuelta entre Ubaté y la capital del país, que está a 110 kilómetros.
Hoy lunes festivo es día de retorno de los turistas que salieron este fin de semana de Bogotá.
Antes del transporte público pasaron hacia Fúquene deportistas que iban en un Corsa. Les pedí que me subieran al pueblo y de muy buena gana aceptaron.
Ellos me mostraron orgullosos ‘la canasta más grande del mundo’, que ganó un Giness Record y bajo una cubierta permanece exhibida a la entrada al municipio,.
Este es un pueblo muy pequeño, con las fachadas de las casas de color amarillo y rojo. Todo se ve ordenado.
Desde los cerros aledaños al pueblo se debe tener una muy buena panorámica en horas de la tarde.
Se divisa además la Laguna de Fúquene, un espejo de agua que antes tenía hasta 8 metros de profundidad y hoy apenas si llega a dos metros.
La ganadería, minería y el deterioro ambiental amenazan este bello ecosistema hídrico.
Me llama la atención que los cundinamarqueses de este sector son poco comunicativos. A quienes les entrego la tarjeta del blog, se quedan en silencio, a veces no modulan. En tierra fría la gente es de por sí de pocas palabras.
El coliseo cubierto y la cancha de fútbol, ambos muy suficientes están si deportistas a esta hora.
La iglesia muy sencilla por fuera, casi una capilla de fachada blanca. El sonido de las campanas es poco fino pero cuentan que el retablo central tiene incrustaciones de esmeraldas.
En seguida ‘se me pegó la aguja’. Ni llegan ni salen carros a Fúquene. Menos mal encontré mangos de azúcar para comer mientras la espera.
A fin de que no se me vaya algún carro por otra calle, empecé a bajar a pie por la carretera de regreso a Capellanía.
Es tan bello el paisaje por esta carretera… El Valle allá abajo parece una postal, tan plano como una mesa de billar.
Me encontré un burrito hermoso y un chivo que pastaba con ganas.
Al rato apareció una buseta escolar con la pareja y dos niños. Con ellos conversé hasta dos kilómetros antes de llegar a Capellanía.
Quería tomar unas fotos de ese paisaje de ensueño, para lo cual me despedí de mis anfitriones antes de llegar a Capellanía.
Qué pintura: corrales muy verdes que el ganado se encarga de podar, en la medida que los labriegos los obligan a comer pasto en orden, no ‘donde les dé la gana’.
Una moto me terminó de arrimar a Capellanía en donde tomé bus de Expreso Boyacá por $8.000 hasta Chiquinquirá. Este transporte anduvo a mil. Tanto que en solo 35 minutos me dejó en el Terminal de Chiquinquirá.
Ya son las seis de la tarde, el día estuvo tan entretenido e intenso que ni tuve tiempo de almorzar a la hora apropiada.
El burgomaestre de los fuquenenses hasta el 2019 es el señor Oscar Fredy Rojas Briceño. Y hasta el 2023: Fabio Domingo Cortés Alarcón.
Aquí viven en total cinco mil habitantes, quinientos en el casco urbano y 4.500 en los campos.
Agradezco haya visitado nuestro municipio Fuquene y le haya gustado solo quisiera pedirle el favor de corregir el termino boyacenses..ya que aqui somos cundinamarqueses..Fuquene pertenece al Departamento de Cumdinamarca..por lo demas felicitaciones…
Muy bien, gracias por su corrección. Saludos.