Pelaya (Cesar).
Miércoles 30 de marzo de 2016
Al fin monto en un auto nuevo y con placas blancas. En el Cesar casi todo el transporte público intermunicipal lo prestan autos piratas de servicio particular.
De pronto por estar tan prevenido con el alto costo y regular servicio de los taxis, esta vez fui yo el que se equivocó al negociar el pasaje hasta Aguachica, cuando lo planeado anoche era, entrar antes a Pelaya.
Pero bueno, menos mal a esta edad uno no se pone con orgullos pendejos, luego del incidente le hablé amablemente al conductor y le puse conversación como si nada, y de esa forma reconocer mi error. Y él también terminó bien conmigo. Excelente arreglo, lo otro hubiera sido un mal pleito.
A las 8:15 salimos de Curumaní en un viaje de una hora hasta Pelaya. La carretera muy buena, solo hubo un peaje cuando transitábamos por un tramo de doble calzada correspondiente a la promocionada Ruta del Sol.
En Pelaya no han construido aún la variante que desvíe el tráfico pesado por un lado del casco urbano. Acá también como en Pailitas y Curumaní, los camiones pasan por la calle principal del pueblo.
Uno de los atractivos de Pelaya es el Malecón, como llaman acá a los dos carriles que corren paralelos a la Ruta del Sol, a uno y otro lado. Al final de ese ‘parque lineal’, está un pequeño mercado.
Las calles son bien arborizadas y el servicio de moto-taxis y moto-triciclos es excelente.
Repartí tarjetas del blog entre los funcionarios de la alcaldía y todos me recibieron muy amables.
Acá también como en el Huila, se me hace que la gente es muy receptiva con los paisas.
En la alcaldía me cuentan que la Laguna del Sahaya, es uno de los atractivos de naturaleza que Pelaya ofrece a los turistas. Está a 10 minutos del pueblo y es ideal para pesca y avistamiento de aves.
Para recorrer algo del pueblo, dejé mi morral al cuidado de un señor de mi edad que vende jugo de tamarindo, y resultó ser de Caracolí (Antioquia).
Una moto-taxi me llevó hasta la Plaza Central, que no está en el corazón de Peleya, sino a dos cuadras de la troncal.
Allí está una iglesia sencilla y el Colegio Ciudad Jardín, de estilo español, con Auditorio y Paraninfo a un lado.
En la sección de primaria una profesora con micrófono en mano motivaba a los niños para que suplicaran a Dios por la lluvia, en estos largos meses de Fenómeno del Niño. Los infantes cantaban:
‘Que llueva, que llueva, los pajaritos cantan, la luna se levanta’, etc.
Un kiosco grande ocupa el centro del parque.
El principal producto agrícola de Pelaya es el maíz. Por eso en la vía principal se exhibe una bella mazorca abierta.
El alcalde de Pelaya hasta el 2019 es el señor Edwer Pérez Acosta.
Acá habitan en total 16.000 pelayenses, 11.000 en el pueblo y 5.000 en el campo.