Tomatina en Sutamarchán (Boyacá).
Domingo 5 de junio de 2016
De Chiquinquirá a Sutamarchán hay solo 40 minutos de recorrido.
Al llegar a este municipio en fiestas, caminé hasta la plaza central en donde fotografié el frontis de la iglesia teniendo como respaldo el cielo azul de esta tarde veraniega.
Muchos vendedores han traído sus mercancías para aprovechar la gran cantidad de gente que viene hoy a Sutamarchán. Hasta venta de matas florecidas vi en una calle.
También los sombreros y ponchos que tanto se venden en todo pueblo festivo.
En un fruver venden salpicón a mil pesos el vaso. Hace tanto calor que me tomé como cuatro, más la ñapa que me sirvió el muchacho por la compra al por mayor.. Je je.
Y claro abundan las ventas de chorizos, sánduches con lomo de cerdo y embutidos. Sutamarchán es considerada ‘La Capital de la Longaniza’.
Esta fiesta es un remedo de la que se celebra en algunos pueblos españoles como Buñol y Tarazona, el último miércoles del mes de agosto.
Cuando llegué a Sutamarchán muchos lugareños habían comprado camiseta a $10.000 y la lucían con orgullo.
El logo del Tomate está muy bello como emblema de las fiestas del 2016.
Casi todos los que ingresan a la cancha lucen muy limpias sus camisetas, pero vaya a ver cómo saldrán: hechos una ‘feliz porquería’…
En lo que en tiempo normal es una cancha de fútbol, hoy está convertida en la manga donde se llevará a cabo la Tomatina.
Hay suficientes graderías y con barandas metálicas han delimitado el cuadro donde se tirarán tomates maduros quienes deseen participar del jolgorio.
Desde ya están descargando de un camión 30 toneladas de tomates rojos, muy caro por estos días, que seguramente ha financiado el municipio o los productores del pueblo. Un trabajador lanza al piso cajas y cajas de frutos rojos muy hermosos.
Algunos niños aprovechan para lanzarse ellos a la montaña de tomates, antes que comience la fiesta de los adultos, esa sí muy arriesgada.
Antes de comenzar la Batalla de Tomates, un cantante de música popular se presentó en la manga, sobre dos caballos de raza, uno café muy brioso y el otro negro, elegante y con paso muy fino.
Sobre la avenida estuve repartiendo tarjetas del blog entre los visitantes que han llegado a participar del espectáculo.
Al cabo de media hora entré a la manga donde ya había comenzado la fiesta. Y sí, muy bacano ver cómo los participantes, en su mayoría jóvenes, lanzaban tomates a diestra y siniestra y jugaban a la guerra con los compañeros de barra.
Esta vez los proyectiles son tomates maduros que generalmente se revientan en las En la tarima central había varios alcaldes de los municipios vecinos que habían venido a Sutamarchán para participar de la fiesta.
Desde el carro de bomberos se lanzaba agua a los frutos y a los combatientes que no hacían sino reírse al recibir el baño gratis.
Pensé entrar al recuadro donde todo se vale, pero me abstuve por temor a que me lancen a la tomatina y pierda la cámara.
Y qué tal si me ‘tiro al ruedo’: más adelante vi cómo lanzaron a los tomates a un fotógrafo profesional con cámara buena que incluso se levantó con una cortada en la oreja y, por supuesto, todo sucio y mojado. Ojalá su cámara resulte bien gracias al plástico protector con el cual la había envuelto.
Entonces mediante el zoom de la Nikon traje hasta mí algunas fotos y luego le pedí a grupos de jóvenes que regresaban hechos una suciedad y muertos de la risa, que posaran para mí antes de irse a sus casas cambiarse ropa.
Más tarde el desorden se generalizó y ya las barras de muchachos iban incluso hasta las graderías para traer a sus compañeros menos atrevidos, ‘de patas y manos’ hasta lanzarlos en la montaña de tomates ya aplastados y hechos agua.
De todas maneras me gustó esta fiesta copiada de España. Muy interesante ver cómo se realiza y compartir luego las fotos con los seguidores del blog.
Hacia las cuatro salí a tomar transporte para regresar a Chiquinquirá. Ya cuando la gente empieza a emborracharse y demás, pueden resultar problemas.
Hasta el pobre chico que estaba disfrazado de tomate tampoco se escapó de que lo tiraran a la tomatina.
Acá habitan en total 6.000 sutamarchenses, mil doscientos en el pueblo y 4.800 en las veredas.
El alcalde de Sutamarchán hasta el 2019 es el señor Wilmer Yair Castellanos Hernández.