Belén (Boyacá).
Belén es un pueblo plano, de calles en damero, una plaza hermosa, decorada con palmeras gigantes y bancas clásicas.
Para entrar al centro de Belén, desde la vía principal, solo hay que caminar cuatro cuadras hasta la iglesia católica.
Procedente de Tunja, Duitama y Santa Rosa de Viterbo, la troncal continúa hacia el norte de Boyacá: Susacón, Soatá, El Cocuy y Güicán.
La Casa de Gobierno es un lujo: de dos plantas al estilo colonial, balcones corridos soportados por arcos de medio punto.
Templo parroquial.
La iglesia Nuestra Señora de Belén de corte neo-clásico con fachada imponente y cúpula interior decorada con figuras bíblicas y angelicales, refleja el espíritu ferviente de los belemitas.
En el piso una baldosa antigua con figuras geométricas que no había visto antes en otro pueblo.
Como se estaba celebrando misa, aproveché el momento de los cantos para tomar las fotos. Por ningún motivo hubiera distraído a los fieles durante el sermón o las lecturas.
De todas maneras todo el mundo se fijó en mí, al verme entrar por la nave lateral cámara en mano, con un morral atrás y otro en el pecho.
Supe que en esta ‘Tierra noble y legendaria’ existe el Museo El Buho, con esculturas en piedra, arte rupestre, fósiles de la región y curiosidades.
Un héroe infantil y ejemplar.
En 2019 con motivo del bicentenario de la independencia colocaron en el centro de la plaza belemita la escultura que recuerda a su pequeño héroe: el niño Pedro Pascasio Martínez Rojas: 1.807-1.885.
Se dice que después de atravesar el Páramo de Pisba, Simón Bolívar llegó a Belén y se hospedó en la casa esquinera y con balcones que aún existe en el marco de la plaza.
Un niño de 13 años que oficiaba allí como ayudante, se ofreció para unirse a la Campaña Libertadora. Ante los ruegos del muchacho, el Libertador accedió a que siguiera con ellos al cuidado de los caballos, hacia el Pantano de Vargas y el Puente de Boyacá.
Luego de la Batalla del 7 de agosto el joven Pedro Pascasio encontró escondido a dos españoles y a punta de lanza los obligó a presentarse ante el Libertador quien los tomó presos.
Según cuentan, los conquistadores pretendieron sobornar al joven ofreciéndole una bolsa con monedas de oro. Uno de los ibéricos era nada menos que el Coronel José María Barreiro, objetivo estratégico para las huestes patriotas.
Por su lealtad y valores éticos, el gobierno nacional creó la ‘Medalla Pedro Pascasio Martínez a la Ética Republicana’ para destacar a funcionarios probos e insobornables.
Con razón, el himno a Belén entona:
Grande es tu hijo Pascasio Martínez
Quién Barreiro a Bolívar rindió,
Encarnando derrota la España
Y la patria tabú de valor.
Leche y páramos.
La riqueza ambiental y paisajística de Belén es asombrosa. Tanto que se le compara con los paisajes suizos, donde también la ganadería de leche y los quesos son la base de la economía.
Belén es un municipio de la sub-región Tundama, rodeado de bosques húmedos y vertientes hídricas como los ríos Suárez y Chicamocha. En sus páramos abundan lagunas, frailejones, musgos y vegetales perennes.
El Cerro de la Cruz es una elevación cercana desde la cual, en días despejados, se puede tener una vista completa del municipio y sus alrededores verdes.
Alcaldes de Belén han sido: 2012-2015 Wilmar Leal Abril; 2016-2019 Alberto Rincón Guzmán y hasta el 2023 Oscar Eduardo Boada Castro.
Acá habitan 9.000 belemitas, 4.000 en el pueblo y 5.000 en el campo.
Miércoles 27 de abril de 2016
