Ocaña (Norte de Santander) 2/2.
Al fin luego de 25 minutos de echar dedo en La Sanjuana, a la salida de Bucarasica (Norte de Santander), paró el pequeño camión conducido por un señor joven de Ocaña que viene de Cúcuta.
Como generalmente ocurre después de varias horas de viaje el hombre necesitaba alguien con quien entretenerse. Mi anfitrión resultó excelente conversador y tiene un gagueadito que le luce.
Poco he viajado por esta vía, se sube una pendiente inclinada hasta el alto para descender luego hacia Ábrego.
Transitan muchas tractomulas, casi todas transportando carbón extraído en las minas del Catatumbo. Con la guerra de Ucrania ahora pagan muy bien su transporte, a 180.000 la tonelada.
Anteriormente la ciudad era una gran productora de cebolla roja ocañera. Ahora el negocio no es tan bueno, debido al contrabando de la cebolla peruana que se consigue a mejores precios.
Pasamos por el centro de Ábrego, pueblo que no tiene variante y está a 25 kilómetros de Ocaña.
Recorrido por el centro.
En Ocaña hay como cinco iglesias, una de ellas es la Capilla de Torcoroma, la que deja ver la chamba sobre la cual se edificaron sus muros en tapia pisada.
Que placer tan grande sentarme en una banca del parque de Ocaña a comer mangos picados. Ah, ¡exquisitos! Como cualquier contertulio ocañero, disfruto de la tranquilidad del espacio público.
La vía principal del pueblo pasa frente al Museo y la estatua ecuestre de don Antón García, personaje mítico de Ocaña, especie de Pepe Sierra santandereano.
Cuentan que el hombre tenía mucho dinero que dejó enterrado en varias guacas. Hay quienes están pendientes de escuchar en las noches las pisadas del caballo de don Antón, a ver si les indica dónde cavar en búsqueda del codiciado tesoro.
Estuve en la plaza de mercado que, no conocía, está bien, limpia y ordenada. Allí venden pescado salado y secado al sol.
La Catedral Santa Ana de Ocaña exhibe uno de los retablos antiguos más bellos que hay en Colombia. En laminilla dorada luce en el centro la imagen de la patrona.
El altar de la Virgen del Carmen de columnas salomónicas es también una pieza de arte única. Y ni hablar del cielo raso en lámina troquelada.
La sede administrativa es lúcida sobre todo por dentro. Con patio central y dos plantas de oficinas generosas en espacio y ventilación.
Al recoger las oficinas invitando a visitar mi blog, es vacano cuando la gente se queda observándolo a uno como admirada que el paisa sea tan expresivo y sin pena. O que una persona de tanta edad sea todavía un viajero y aventurero.
Alto de la Cruz.
En una venida anterior había subido hasta el Alto de Cristo Rey para contemplar la ciudad de Ocaña en todo su esplendor.
https://www.viajarenverano.com/ocana-norte-de-santander/
Desde el segundo piso de la alcaldía observé la insignia del barrio la Santa Cruz, un mirador con excelente panorámica en horas de la tarde. Me cuentan que el barrio no es el más seguro, pero creo que en pleno día y acompañado del moto-taxista, no habrá problema.
Y contraté al mejor servidor, un venezolano joven en una moto Eco 100. No muy expresivo, pero servicial como ninguno. Y sobre todo buen conductor pues el ascenso hasta la cima es de los más arriesgados y azarosos que haya transitado. Un sendero muy pendiente, con curvas cerradas.
Menos mal no encontramos otra moto en uno de esos quiebres peligrosos. Y a pesar de tener solo 100 centímetros cúbicos la moto se comportó bien, hubo dos momentos en los cuales pensé que me iba a tocar seguir a pie, pero no, el joven manejó con destreza y seguridad.
Ya en el alto tomamos fotos con sol favorable. Se divisa la torre de la iglesia de San Francisco, más bella por fuera que por dentro.
La plaza central donde se levanta la Catedral de Santa Ana, qué pesar se ve muy poco por los edificios más altos que la iglesia que permitieron construir alrededor de la plaza.
También se divisa el cementerio y alguna iglesia más. Durante el descenso del mirador, me cuidé de tirar el cuerpo hacia atrás para hacerle contrapeso a la pendiente.
Camposanto.
De paso entré al cementerio que, no es gran cosa. La novedad fue que me tocó esperar hasta cuando regresó la vigilante que había dejado la puerta con llave, para hacer el recorrido antes de salir y asegurarse que nadie quedaría dentro del camposanto.
Al final le di al muchacho de la moto no diez, como habíamos acordado, sino 12.000 pesos, pues fue excelente conductor y amigo.
Viaje de regreso.
Nunca había utilizado el descuidado terminal de transportes de Ocaña, hecho en un declive del terreno con muchas escalas y locales sin arrendar a pesar que no es nada nuevo. Es tan especial este terminal que no cobran por el ingreso a los baños que, permanecen limpios.
En el terminal, una pareja de novios muy jóvenes se despide con abrazos, besos y lágrimas. Me recuerda cuando despedí mi primera novia quien por primera vez viajó en tren de Medellín a Bogotá. ¡Que dolor sentí aquella vez!
Acá habitan en total 90.000 ocañeros, 78.000 en el pueblo y 12.000 en las veredas.
Alcaldes de Ocaña han sido: 2016-2019 Mirian Prado Carrascal; 2020-2023 Samir Fernando Casadiego.
Fecha de la visita: Miércoles 13 de julio de 2022.
Te falto conocer mucho más, el barrio de Villa Nueva que es de estilo colonial, todas las casas pintadas del mismo color, entrar al museo Antón García de Bonilla, visitar el santuario del Agua de la Virgen, entre otras cosas más. Saludes que hayas tenido una gran impresión de Ocaña.
Sí, claro es que hay tanto para disfrutar en Ocaña, en la próxima visita entraré al Museo. Saludos.