Pamplona (Norte de Santander) 1/2.
Martes 28 de julio de 2009:
Pamplona es una de las más bellas ciudades colombianas, con mucha historia y cuna del escultor Eduardo Ramírez Villamizar. Para mí esta comarca es otro prospecto para completar la lista de Pueblos Patrimoniales de Colombia.
Inmediatamente llegué de Sardinata al Terminal de Transportes de Cúcuta, me esperaban tres pasajeros para completar el cupo del colectivo que nos debería llevar hasta Pamplona.
A mi lado derecho iba una chica como de 28 años, pero que aparenta menos. Es enfermera como su esposo y lo particular fue que se entretuvo mucho conversando conmigo.
Es raro que una mujer tan joven y bonita quiera conversar y comparta tanto de su vida con una persona mayor de 60 como yo. Sería tal vez por lo que yo manejo algo de los temas médicos por los que tuvimos tanto de qué hablar. Era ella quien iniciaba los temas.
Y algo muy particular y creativo: mi amiga y su esposo pagan 200 mil pesos mensuales por una habitación en un Hotel de Pamplona, en pleno marco de la plaza. Me parece esa una gran idea pues no tienen que arreglar la pieza, no pagan servicios, ni jabón, ni papel higiénico por tan irrisoria suma.
Al fin a las 9:45 de la noche nos bajamos en la plaza principal de Pamplona.
La Catedral de Santa Clara en Pamplona es preciosa. Tiene cinco naves y piso de ladrillo. Su forma es casi cuadrada.
En el altar mayor está un retablo cubierto con laminilla dorada y en los nichos las imágenes de Santa Clara, San Francisco de Asís y Santa Teresita. Al terminar la nave derecha se ve un tabernáculo hermoso y una capilla auxiliar con la imagen del Ecce Homo.
Pedro de Ursúa fue el fundador de Pamplona. Por su parte, Ramón González Valencia, otro santandereano ilustre fue presidente de Colombia entre 1.809 y 1.810.
Me llama la atención el Teatro Jaúregui, con fachada de los años 50, creo que de estilo Art Deco. Pero lo que más abunda son las fachadas con características de la arquitectura republicana.
Aquí he visto las baldosas más antiguas, con los diseños más originales y diferentes a los que se aprecian en Antioquia.
El desayuno fue con caldo de costilla, chocolate y arepa por $ 3.000. ¿Dónde? Pues en la Plaza de Mercado.
Es una construcción antigua lindísima con techo de madera redonda bajo tendido de caña brava, todo ello soportado por columnas blancas y arcos de medio punto.
El parque de Pamplona es amplio, espacioso y muy bien arborizado. Tiene suficientes bancas y un kiosco de 8 columnas redondas. El parque ocupa el 78% de la plaza. Me encanta Pamplona, es muy bello, su gente muy atenta y la comida bien económica.
Luego visité el Museo de Arte Moderno Ramírez Villamizar. Está ubicado en la Plaza Principal, en la casa de las Marías, construida en 1.595, con un magnolio ancestral en el centro del patio principal, que se calcula que tiene 136 años. Menos mal ahí abajo tiene algunos hijos creciendo.
La de las Marías es una casa de estilo Mudéjar. Corredores de piedra a los lados para que pisen los caballos y ladrillo al centro por donde transitaban las personas, pilares y columnas con arcos.
En los muros de la casa hay algunas figuras de frescos al temple que fueron descubiertos después de quitar como 5 centímetros de pinturas sucesivas.
Así como Popayán tiene en Negret a un hijo ilustre, Pamplona se enorgullece de Ramírez Villamizar. El escultor pamplonés murió en el 2004 y sus cenizas fueron enterradas cerca al magnolio de este patio, según su última voluntad.
El maestro Eduardo Ramírez Villamizar empezó con el arte figurativo, después pasó al óleo abstracto, en seguida ensayó en madera, más tarde trabajó en acrílico, posteriormente el metal, más adelante metal con color; después su obra se sobre dimensiona y es cuando aparecen esculturas suyas en varias ciudades de Colombia y el exterior.
Por último, entre los años 90 y el 2004 Ramírez Villamizar se dedica a trabajar con metal oxidado.
Más adelante fui a conocer la iglesia de Santo Domingo y la Virgen de las Nieves. Hermosa y sencilla, con arcos preciosos sobre columnas gordas y redondas.
Seis nichos con santos en las naves laterales y dos capillas auxiliares con la Dolorosa y el Señor Caído. La baldosa, de cintas diagonales es muy original.
Otro sitio interesante en Pamplona es el Museo de Fotografía Antigua, inaugurado el 4 de diciembre de 1.960, en la fecha del sesquicentenario de la independencia de Pamplona.
Qué bien que en ese entonces a alguien se le haya ocurrido tal idea. Por supuesto que hay fotos tan valiosas como viejas.
La iglesia del Humilladero es un templo hermoso, con arcos sostenidos por 12 columnas gruesas. El techo es en madera redonda y el piso en ladrillo cocido, fuera de que el coro está construido en madera.
Al final de la nave derecha está la Virgen de los Dolores. El vía crucis lo representan hermosas imágenes antiguas.
La iglesia tiene tres naves, en la izquierda se ve al final el tabernáculo en el cual se expone el Santísimo; en el altar Central está el Calvario con Cristo en la cruz en medio de los dos ladrones también crucificados, pero con unos gestos aterradores.
Lo mejor de mi visita a Pamplona estaba por venir. Cuando abordé una buseta urbana que me subió hasta la base del Cristo Rey en donde hay un mirador amplio sobre toda la ciudad.
Creo que Manizales está celosa de que yo haya venido a admirar esta ciudad que es tan bella como la capital caldense.
Para subir al mirador se empieza a ascender justo por donde comienza la carretera que va para Bucaramanga.
Desde el mirador se aprecia al norte la salida para la capital santandereana. Por ahí quedan las instalaciones de la Universidad de Pamplona, no visibles desde esta altura.
A propósito, aquí en Pamplona hay Facultad de Medicina que creo que no existe en Cúcuta. Y aunque esta facultad no está aprobada todavía, hasta Pamplona vienen muchos estudiantes a hacer esa carrera. Con razón esta localidad es conocida como0 la ‘Ciudad Universitaria’.
De nuevo en el pueblo fui a visitar la Iglesia del Carmen. Estaba cerrada pero, como dijo Jesucristo, ‘tocad y se os abrirá’. El sacristán, que estaba de salida tuvo a bien abrir el templo para que lo conociera durante unos minutos.
Tiene arcos de crucería. En el altar principal está claro, la Virgen Carmela. La puerta principal del templo del Carmen es preciosa y fue tallada en 1.940.
Después pasé por el Colegio del Sagrado Corazón de las Bethlemitas. Al frente está la iglesia del niño huerfanito, una imagen pequeña del Niño Jesús.
Este templo tiene cinco columnas a cada lado un cielo raso en cuadrícula, pinturas y lámparas antiguas.
Regreso a la plaza principal en donde admiro el edificio del Palacio Arzobispal.
El edificio de la Alcaldía, en donde flamea la bandera de Pamplona y el inmueble que está al frente, también tienen de estilo Art Deco.
Paso después por el Colegio de El Rosario y las instalaciones del Sena que ocupan lo que antes fue la Casa de las Cajas Reales.
El clima de Pamplona se parece al de Bogotá: tan pronto está lloviendo, al momento escampa y sale el sol.
Esta ciudad todavía no tiene ese afán de ganancia ante los turistas sino que aquí prima el espíritu de servicio a los compradores.
Había que almorzar, claro y lo que comí fue barriga a la criolla, deliciosa y bien sazonada, en el restaurante ubicado en una casa antigua preciosa. La sopa no la hacen con pastillas químicas, sino con sustancia de hueso de espinazo. ¡Humn!
El alcalde de Pamplona hasta el 2019 el señor Ronald Mauricio Contreras Flórez.
Esta ciudad tiene 53 mil habitantes de los cuales 49 mil viven en el centro y el resto: 4.000 habitan en los campos.
