San Lorenzo (Nariño).

Entrando a Nariño desde el departamento de Cauca, se pasa por el ingreso a San Lorenzo: ‘Tierra de Vientos y Montañas’.

Centro.
Centro del pueblo.

Carreteras culebreras.

Llama la atención la manera como se construyeron las carreteras en esta zona cerca al gran Macizo Colombiano, de abismos profundos y laderas casi perpendiculares.

Tanto la bajada de Policarpa, como el ascenso a San Lorenzo, son a través de vías en zigzag, tan llamativas y bellas como difíciles de transitar.

Zigzag.
Caminos serpenteantes.
Aviso.
El cruce.

Temprano en la mañana salimos en la camioneta procedente de Pisanda, Policarpa y Remolino para seguir hacia Pasto.

En el kilómetro 71 está la entrada a Taminango y en el 59 comienza el paisaje más bello, de precipicios inescrutables y cordilleras encumbradas.

Me quedé en el kilómetro 43 donde un aviso advierte que a 23 kilómetros se llega a San Lorenzo, el destino de hoy.

Montañas.
Paisaje montañoso.
Viajero.
Llegando al pueblo.

Un sitio deshabitado, con paisaje hermoso y en medio de un silencio asustador. Por seguridad no estuve a la vista de todos los carros que transitan por la Carretera Panamericana, sino que entré dos cuadras por el cruce para San Lorenzo.

Menos mal  encontré donde recostar las cuatro letras y esperar un golpe de suerte, pues no son muchos los viajeros que van para mi destino.

Apareció una moto con las llantas tan lisas que mejor dejarla seguir. Mejor no arriesgarse por una vía pendiente con cascajo suelto.

Capacidad de asombro.

Pero Dios es grande y a las once apareció una camioneta cuatro puertas, en la cual vienen una pareja y su hija de 13 años que durante todo el camino escuchó música con audífonos.

Lástima que los jóvenes de hoy no tengan la capacidad de asombro para extasiarse ante las bellezas naturales que abundan por la zona.

La Y.
Entrada a San Lorenzo.

Desde el comienzo el conductor de la camioneta fue muy amable en detener la marcha para tomar algunas fotos: a la tarabita con la cual sortean el abismo los campesinos que transportan hasta la carretera, cajas con tomates; o la carretera serpenteante por donde bajamos hasta el puente sobre el río Pasto o la panorámica de San Lorenzo tres kilómetros antes de llegar al pueblo.

Cosecha.
Cajas subidas en tabarita.
Colegio.
Colegio de secundaria.

Mi amigo también tiene espíritu observador, maneja despacio y cuando para se detiene gustoso a observarlo todo.

Por él me entero que en San Lorenzo murió Antonio Sucre, el prócer que había nacido en Venezuela. Hace unos años los venezolanos vinieron a San Lorenzo por sus restos.

Antes del alto se vio muy bien Chachaguí y toda la zona cercana al aeropuerto en donde hay casa-fincas muy bellas. La pista del campo de aviación se distingue muy bien.

La vida no se queda con nada: el conductor de la camioneta en la que vine de Policarpa, me exigó pasaje completo hasta Pasto, pero el amigo de esta camioneta no me quiso cobrar. Por supuesto que le deseé lo mejor y fui muy expresivo al agradecerle semejante favor:

Plaza.
Plaza principal despoblada.

Bonito pero descuidado.

La plaza principal de San Lorenzo, muy humilde, sin parque ni árboles, solo una explanada.

La iglesia de una torre central, esa sí agradable por dentro y por fuera. Al fondo se ve un retablo en madera de buen diseño. La cubierta aún está sostenida con alfardas de árboles redondos y endurecidos por los años.

En el centro de la fachada se destaca la imagen de San Lorenzo sosteniendo la parrilla en la cual fue martirizado.

Templo.
Interior de la iglesia.
Parrilla.
Patrono de los cocineros.

Además de la plaza central, hay otros dos parques: el de Fátima y el de La Libertad.

La alcaldía, el colegio y el hospital están a pocos pasos de la plaza y en edificaciones modernas.

En la calle arriba del barrio Miraflores se obtiene una excelente panorámica del pueblo.

Parque.
Otro parque.
Hospital.
Hospital.

Incertidumbre y suerte.

La mala noticia es que por el resto de la tarde no sale ninguna ruta hacia la Carretera Panamericana. Entonces caminé con los morrales a cuestas desde la estación de servicio hasta el Tejódromo El Mirador, a esperar carro.

En esas se vino un aguacero que afortunadamente escampó pronto. Y cuando volteé la espalda para hablar con una señora, pasó un automóvil que no sé si iba hasta la troncal.

Pero esa señora fue mi salvación. Supe que James su esposo, me podía llevar hasta la Panamericana  por $15.000.

Arrancamos, tapados con una capa plástica porque caían algunas goteras. La suerte fue que tres kilómetros más adelante terminó la lluvia.

En adelante todo fue placer contemplando paisajes de ensueño, las dos vías en zigzag, la que baja desde la Panamericana y luego en la subida, aquella por la cual acabábamos de pasar.

A las 3:30 después de una ahora de un viaje inolvidable, le agradecí a mi conductor y esperé en el Túnel La Llana a ver qué carro me llevaría hasta la entrada a El Rosario, en donde espero dormir esta noche.

Por acá hay varios hospedaje para camioneros y otros sitios en los cuales arriendan duchas a mil pesos el baño, para que los conductores se refresquen.

Alcaldía.
Alcaldía.

Acá viven en total 18.000 lorenceños, 2.000 en el pueblo y 16.000 en las veredas.

Alcaldes de San Lorenzo han sido: 2016-2019 Jader Francisco Gaviria Armero y hasta el 2023 es el señor Olmedo Castillo Gaviria.

Fecha de la visita: Martes 9 de enero de 2018.

Germán Vallejo

En este Blog publico relatos de mis viajes por Colombia y Antioquia. Desde el 2004 he realizado viajes, casi siempre solo, con pocos recursos y en transporte público. Estoy convencido que en un día soleado todo se ve más bonito, por lo que prefiero viajarenverano. Bienvenidos.

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