Barranco de Loba (Bolívar) 2/2
De pocos municipios publico dos entradas, solo cuando, como me pasó en Barranco, me sucedieron situaciones y observé detalles increíbles. Barranco de Loba, quién lo iba a pensar, ha sido uno de los pueblos inolvidables de los más de mil que he visitado en Colombia.
Personajes Pueblerinos
Milena López es una mujer emprendedora que a sus 70 años se rebusca la vida haciendo ‘Caballitos de Ángel’, algo así como las conchitas de toronja de Santafé de Antioquia, pero de papaya. Le compré una y sí, muy ricas aunque por ser acarameladas tienen demasiado dulce.
Otro personaje muy importante en Barranco de Loba es Francisco Ardila, el encargado del megáfono que hace el perifoneo por las calles del municipio.
‘El señor cura párroco informa que el próximo domingo 17 se estará
celebrando una sola misa a las seis de la mañana’.
Francisco también ofrece a los afiliados a la televisión por cable, que se encuentran con el servicio suspendido por falta de pago, la oportunidad de ponerse al día.
‘Con motivo del día del amor y la amistad, se les perdonan los intereses, a fin de que salden sus deudas’.
Un tercer personaje del diario transcurrir es Aquileo, el que vende yuca en las mañanas recorriendo la calles de Barranco. Lleva en un brazo la báscula y en el otro el machete para partir los tubérculos.
Detalles sorprendentes
A medida que caminaba las calles de Barranco comencé a observar algo que me agradó: casi todas las casas tienen el frente bien barrido y no solo eso, en casi todas hay algún jardín, troncos para sentarse o piedras formando un diseño agradable o cualquier arreglo vistoso.
En fin que si yo llegara a Singapur seguramente me maravillaría con los rascacielos, los trenes rápidos, los intercambios viales y toda la infraestructura de las ciudades modernas.
Pero en Barranco de Loba también he hallado algo digno de admirar: esos diseños simples pero de gran gusto, los jardines con flores sencillas y coloridas, el frente barrido, pedazos de concreto puestos con sentido, piedras con hojas secas pero sin basuras, en fin, arreglos naturales y humildes que hablan muy bien de los barranqueros y reflejan el buen gusto y la nobleza de los habitantes de cada residencia.
Qué gran descubrimiento este, cómo será que hasta yo mismo me alegré de haberlo observado y felicité con palabras muy expresivas a las señoras que encontré barriendo la entrada o regando las matas.
Me voy feliz de Barranco, nunca esperé encontrar un pueblo tan bonito, me encantó haber venido.
Acá habitan en total 15.000 barranqueros, 5.000 en el pueblo y los diez mil restantes en los campos.
Viernes 15 de septiembre de 2017