Morroa (Sucre).
Martes 28 de junio de 2016
Este pueblo es como un barrio de Corozal. Para llegar allí la moto-taxi cobra solamente $1.500.
De entrada la localidad se ve agradable. Parece que el alcalde anterior Juan Domingo Carrascal, lo hizo bien.
Aunque no faltó la señora que criticó la remodelación que le hizo al parque de varios niveles, porque colocaron a manera de cercos, vidrios templados que pueden ser un riesgo para los niños.
Además las bancas de cemento no tienen espaldar y quienes se sientan allí son personas de mucha edad. En eso sí tiene razón la señora.
Por lo demás, la fuente de agua saltarina que funciona muy bien a esta hora de calor, le da al sitio un ambiente agradable y fresco.
El Centro Artesanal fue otra de las obras del alcalde anterior. Con locales modernos, ya se ven allí varios artesanos exhibiendo sus obras, más que todo hamacas, bolsos y mantas.
Las calles principales de Morroa tienen buen pavimento. Solo falta arreglar algunas vías perimetrales.
Y qué bien que muchas de las casas ancestrales conservan el techo de paja que las hace ver recogidas y conservan fresco el interior.
En mi andar por Morroa converso con un lugareño que limpiaba la brocha de pintura en las afueras de su casa.
Muy amable el hombre me informó acerca de las festividades que se celebrarán este sábado 2 de julio en el pueblo.
El próximo fin de semana se celebran en Morroa las ‘Fiestas del Pito Atravesao’.
Se trata de una especie de flauta fabricada en caña, que se toca de manera diagonal.
Para estas efemérides el municipio contrató a Juan Piña.
Estos cantantes famosos atraen mucho público raso, diría alguien. De ahí que las fiestas no tengan muchos actos culturales.
La iglesia de una sola torre y sencilla, tiene en el centro la imagen de San Blas, el patrono de la parroquia.
En casi todos los pueblos de clima cálido pintan la fachada de las iglesias de color blanco, que poco contraste ofrece.
En mi concepto, se ven mejor cuando están decoradas con tonos pasteles, que no reflejan el calor, y al contrario absorben la luz.
Hace un sol muy fuerte hoy en Morroa.
En parte para librarme del calor, almuerzo con media porción de sopa de mondongo por $4.000 en un restaurante cerca a la Tarima para eventos. Pura sazón costeña.
Y qué delicia de yuca: ‘almidonuda’, como decíamos cuando éramos pequeños y mamá nos hacía la misma sopa de yuca con tortilla.
El edificio donde funcionan las oficinas administrativas es moderno y suficiente.
Lo mismo la Casa de la Cultura, cuya fachada está decorada con músicos que tocan pito atravesao, telares artesanales y diseños propios del ‘sombrero vueltiao’ que también se elabora en Morroa. Muy bien.
Antes de las dos de la tarde por $1.500 abordo una moto que me dejará en ‘El Caballo’, como todo el mundo conoce el sitio de la plaza de mercado de Corozal, donde
colocaron la estatua del vaquero cabalgando un brioso alazán.
El alcalde de Morroa hasta el 2019 es Carlos Olimpo (Chicho) Solano Corena.
En este pueblo viven en total 12.000 morroanos, siete mil en el pueblo y cinco mil en los campos.
Que bonito Morroa.
Estoy de acuerdo con usted, yo no sé porque acá en la costa les gusta hacer casas blancas y edificios blancos. Para mi eso lo que hace es reflejar el calor y hacerme sentir una fuerte sensación térmica elevada.