Miranda (Cauca).
Miércoles 7 de octubre de 2015
La distancia entre Corinto y Miranda se recorre en solo diez minutos, el pasaje entre ambas poblaciones cuesta $3.000.
Frente a la plazoleta imposible no ver la iglesia parroquial que según dicen, tiene el mismo número de entradas que la Plaza Roja de Moscú.
En el centro del pueblo hay juegos infantiles, cancha mixta y varios samanes dan sombra al espacio abierto.
Miranda tiene dos espacios públicos: fuera de la plazoleta se encuentra, lindando con la alcaldía, lo que los mirandeños llaman ‘el Parque’, ese sí más amplio, recién remodelado y partido en dos por la calle sexta.
Este pueblo no es del todo plano, pero es una localidad de calles amplias y pavimentadas, que ha progresado bastante en los últimos años y dejó atrás los días aciagos de la violencia.
La iglesia Nuestra Señora del Rosario, se ve interesante por fuera, con sus dos torres altas y pintada ahora de verde y crema.
En seguida de la iglesia está el Colegio El Rosario, de dos plantas y con una bonita fachada de los años 50.
Un poco más abajo se halla el Refugio San Miguel en donde varias estudiantes de enfermería atienden a los ancianos que reciben allí su almuerzo.
A continuación averigüé por una zapatería para que le hicieran mantenimiento a mi zapato apache. Y encontré el mejor servicio, en la ‘Clínica del Calzado El Cirujano’: ‘tráigalos agonizando, y se los entregamos caminando’.
Este original taller de zapatería es atendido por el dueño, quien se encarga de las medias suelas y tapas, y al frente su esposa es la jefe del departamento de costura y color. Todo se ve muy limpio y cada herramienta se mantiene en su puesto.
Y así es para todo pues, el zapatero lleva 17 años en ese local, y aún conserva el mes adelantado que pagó la primera vez.
Mientras esperaba que mi zapato fuera reparado, sonó a las 12 en punto, la sirena de los bomberos, indicando que llegó el medio día y es hora de almorzar. Eso es normal.
Pero a las 12:07 volvió a sonar el pito, lo cual indica que hay algún accidente, de los muchos que ocurren con frecuencia en el pueblo. A veces, cuando se trata de algo muy grave, la sirena suena con insistencia para que muchos mirandeños acudan a colaborar con el incidente.
Y sí, esta vez dejó de sonar rápido, y al momento vimos pasar el carro de bomberos que pasó raudo a apagar el incendio forestal, que se iniciaba en los cerros orientales del municipio.
Por último, contraté a don Leonardo para que, por diez mil pesos me hiciera algunos recorridos por el pueblo.
Don Leo es un señor que peina canas y tiene una personalidad que a todos atrae por su responsabilidad y honradez.
Primero fuimos hasta el Puente de los Esclavos, que atraviesa el río Güengüe y en el 2005, fue declarado Bien de Interés Cultural de carácter Nacional.
Se trata de un viaducto antiguo, construido en ladrillo cocido, pegados con calicanto, una mezcla de cal, ceniza, sangre de res, cáscaras y claras de huevos.
Debajo del puente soportado por ocho arcos de medio punto, hay una esclusa que permite controlar las aguas de la quebrada.
Y a un lado del puente colonial, acaban de inaugurar un moderno viaducto en concreto, con mejores especificaciones que el antiguo. Este viaducto sirve de límite entre los municipios de Corinto y Miranda.
En adelante ya no será necesario dar la monedita al joven que se ubicaba a la entrada del Puente de los Esclavos, a dar paso en el estrecho sendero por el que solo cabía un vehículo a la vez.
Cuando regresamos en compañía de una señora del pueblo, ella nos enseñó las hojas de estrancadera, que había recogido bajo el puente. Las utiliza para hacerse baños contra la mala suerte.
‘Yo llego a mi casa, machuco las hojas y ese jugo lo disuelvo en agua y luego me baño con ella y con jabón Rey’, confesó la mirandeña.
Otros sitios interesantes para visitar en Miranda, son los baños bajo el Puente Desbaratado, que se encuentra en límites con el municipio valluno de Florida.
La piscina municipal, continua al coliseo, también es muy frecuentada por los habitantes de Miranda.
El Ingenio del Cauca es el más grande de Colombia, y desde 1.963, año de su fundación, se encuentra en predios del municipio.
Por último, cuando le conté a don Leo que seguía para Puerto Tejada, el hombre como papá que aconseja al hijo, me advirtió:
‘En el Puerto sí tenga cuidado, porque ese pueblo sí es más grande’.
El alcalde de Miranda hasta el 2019, es el señor Leonardo Valencia Narváez.