Pensilvania (Caldas).
Martes 23 de Junio de 2009:
A las siete de la mañana estuve en el parque de Manzanares, al oriente del departamento de Caldas. Al parecer tendría que esperar hasta las ocho, una buseta que pasara para la tierra del alcalde de Medellín: Alonso Salazar Jaramillo.
Pero tuve la suerte que apareció un vendedor de Cosméticos quien en su Renault 9 viaja ahora a Pensilvania. El viajero ofreció cupos a quienes estábamos ahí y solo yo pagué los seis mil pesos que vale normalmente el pasaje para ir, en buena compañía y de copiloto en carro particular.
Pensilvania tiene en total 26.500 habitantes, de los cuales en el pueblo habitan 8.000 y el resto: 18.500 viven en las veredas. Es un municipio de clima más bien frío, unos 16 grados promedio, llamado ‘La Perla del Oriente de Caldas’.
La carretera desde Manzanares a Pensilvania baja hasta el puente sobre el río El Salado para subir luego hasta mi destino. El paisaje por todo el sector es encantador. La vía cruza entre montañas de laderas cultivadas y bajo un cielo azul decorado con nubes blancas.
Viniendo de Manzanares se pasa por el corregimiento de La Rioja que tiene capilla y es indicativo de que estamos cerca de la tierra del ministro de Hacienda: Oscar Iván Zuluaga Escobar.
Y ya en las goteras de Pensilvania, se pasa el retén del Cuartel Militar con cabañas y construcciones campestres.
El alcalde de Pensilvania casi siempre pertenece a la misma corriente política del Ministro o de Luís Alfonso Hoyos, otro hijo ilustre de esta comarca quien recientemente fue nombrado embajador de Colombia ante la OEA. Su padre, Luis Alfonso Hoyos Giraldo, también fue un senador y líder político de la región, y le compuso a su tierra esta estrofa:
‘Ya cuando al fin, alborozado y pleno,
entro a la ciudad colmado de alegría,
desaparecen de mí, cansancio y pena,
porque he llegado a Pensilvania, tierra mía’.
También me contaba mi amigo del Renault 9, sobre el gran dinamismo que ha tenido el mercado de cosméticos en los últimos cinco años. Es impresionante cómo cada día salen productos nuevos para el cabello, la cara, los ojos, las uñas, las cejas, las pestañas.
Es un mercado en constante evolución y cada día sacan nuevas alternativas de tratamiento con baba de caracol, gel de una cosa o de la otra, además de los instrumentos, equipos y desechables para los modistas y peluqueros. Hay estilistas de renombre como uno, en Bogotá, que se codea con las señoras de la más rancia alcurnia y gana un dineral.
Llegamos directo al convento de las Vicentinas en donde el vendedor de cosméticos compró botellas de vino de feijoa que elaboran las monjas de clausura, entre otras delicias pasteleras.
Por acá queda también el cementerio y el Hospital de Pensilvania. Y para llegar hasta allí se pasa cerca de la base del Cerro Piamonte, una montaña empinada, a la cual se sube siguiendo las estaciones del Vía Crucis. Desde lo alto la vista sobre el pueblo y toda la región debe ser muy completa.
Mi conductor se fue a trabajar y yo entré a la plaza principal para conocer la Iglesia de Nuestra Señora de los Dolores. Se trata de un templo moderno y sencillo dentro del cual hay una imagen antigua de la Virgen dolorosa.
Contiguo a la iglesia está la Casa Cural con patio central y arcos de medio punto.
Entrando a Pensilvania desde Manzanares se pasa por la plazuela donde está la estatua del Padre Daniel María López, un sacerdote insigne que hubo en el pueblo.
La Alcaldía funciona en un edificio de dos plantas reciente, que está ubicado en el marco de la plaza principal. Hoy no hay atención al público porque ayer lunes festivo, los funcionarios despacharon desde sus oficinas. No obstante yo aproveché cuando entraron dos funcionarios a la alcaldía para buscar una ventana desde donde tomar una foto de la iglesia y el pueblo.
Pero un lugareño me sugirió que subiera a la terraza del Hotel Rolujuán que de verdad tiene un buen ángulo para fotografiar la iglesia.
La Normal Superior de La Presentación, ocupa un edificio de cuatro plantas, sobre el marco de la plaza principal.
En la Panadería Capri, ubicada sobre la Calle Real, desayuné con caldo de costilla y cilantro, más chocolate con porción de queso por $ 4.000. Con la barriga llena, camino hacia el norte por la vía que sale para Samaná, municipio caldense que dista tres horas de Pensilvania.
Desde la estación de servicio Terpel se divisa el pueblo, el coliseo y el mirador de color verde que hicieron allá abajo junto al Politécnico, que ocupa un edificio grande de color amarillo y rojo, donde funciona el Colegio Integrado del Oriente de Caldas.
También se aprecian barrios muy deprimidos con casas sostenidas con guaduas frágiles.
Hacia el sur, en la base del cerro Piamonte están el Coliseo de Ferias Alfonso Hoyos Giraldo y el Hogar Juvenil Padre Marianito.
Cerca de la gasolinera en la salida para Samaná, había un niño de seis años jugando con un carrito muy viejo, en el cual transportaba un tronco de madera. El niño halaba el carrito con una pita de cáñamo igual a como lo hacía yo en 1.955 en Santafé de Antioquia. Mientras el niño empujaba el juguete producía los mismos sonidos de un camión cuando sube, frena, acelera y pita.
Qué belleza, ví en ese niño mi alma gemela pues jugaba igual a como lo hacía yo cuando tenía su edad: en medio de una gran soledad, con el mismo entusiasmo, igual pobreza y gran creatividad.
El pequeño se puso muy contento cuando le tomé unas fotos; cómo me gustaría hacerle llegar algunas copias. Ojalá a ese niño le vaya tan bien o mejor que a los infantes de ciudad, que juegan con autos a control remoto.
A juzgar por el estado tan precario del carrito, ese no es un juguete de los que el niño tira a la semana siguiente de recibirlo.
La Calle real es la más concurrida y termina en la salida para Samaná, por donde anduve ahora.
Se ve que el modernismo y la comercialización arrasaron con todo lo que había de arquitectura de la colonización antioqueña en Pensilvania. Es frecuente encontrar un segundo piso con ventanas de madera pero rejas metálicas en los locales comerciales del primer piso.
En Pensilvania hay varios artesanos que elaboran réplicas de aviones, carros, barcos como también portarretratos, ‘jeepaos’ y juegos didácticos, con la madera que desechan las empresas de la familia Escobar.
En el número 5-36 de la Calle Real, está el Centro de Capacitación Artesanal en donde se imparte enseñanza a los microempresarios caldenses.
Hola, por donde llegaste a Manzanares… por Manizales o por La dorada Caldas?… yo viajo el 1 enero desde itagüí a Pensilvania
Por Manizales, creo que después de subir al Páramo de Letras, está el desvío para Manzanares. Que disfrutes, saludos.
Buenas tardes yo viajo el 25 de medellin para pelsilvania que ruta es mejor que hotel me recomienda
Del terminal del Sur salen con alguna frecuencia busetas de AutoLegal para Aguadas, Pácora y Salamina, supongo que desde este último municipio salga transporte para su vecino Pensilvania. Saludos.
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