San Carlos (Córdoba).

Jueves 28 de agosto de 2014

Llegué al Terminal de Transportes de Cereté, para visitar este otro pueblo de Córdoba.

Los camperos colectivos para San Carlos, salen cada veinte minutos. El pasaje cuesta solamente $3.000, para media hora de camino, por carretera pavimentada, aunque con un tramo de cinco kilómetros en regular estado.

Desde Montería el recorrido hacia el nor-oriente para llegar a San Carlos dura una hora.

Adentro del campero vamos diez pasajeros más dos pegados en la tapa trasera.

Me cuenta un contertulio que en San Carlos hay muchos comerciantes venidos de Medellín, llegados allí  para colocar sus negocios.

San Carlos es un pueblo sencillo, sin mucho para verle, solo que en esta tarde de firmamento azul y sol muy fuerte, cualquier poblado se ve interesante.

La fachada de la iglesia está pintada ahora de blanco, y en el parque del frente se exhibe el busto creo que, del fundador de San Carlos.

El Palacio Municipal no es más que una casa esquinera sencilla, a un lado de la iglesia.

En el parque, frente al templo parroquial, cuatro niños se columpian, compitiendo al que más alto llegue.

Lo bueno de esta tarde fue que, tanto la Banda Marcial del municipio, como medio pueblo y un grupo de jóvenes disfrazados de negros, a base de betún, salieron a darme la bienvenida.

Hoy se celebra el día de la juventud y por eso hay tanto alboroto en el centro de San Carlos.

Los jóvenes de la Banda Marcial, muy disciplinados, con uniformes blancos y las chicas a pesar del calor, con media velada.

La gente los ve desfilar con respeto y admiración. Se lo merecen. Cuántas horas de ensayos y esfuerzos habrán tenido, para que hoy todos los movimientos estén sincronizados.

Contrato a Oscar, un joven mototaxista, para que me dé una vuelta por el cementerio, la casa Villa Francisca, el Tanque del Agua, visible desde muchos puntos y ‘la casa de las monjitas’.

Pero lo más interesante son las ruinas de lo que fue una gran mansión de dos plantas, sobre la calle principal. La llaman ‘El Balcón de los Laza’, porque allí vivió una familia con ese apellido.

Y otro destino imperdible para los amantes de los petroglifos, es el ‘Cerro de las Pinturas’ donde hay grabados en piedra atribuidos a la Cultura Zenú, con figuras geométricas, aves y peces,  que más parece una infografía moderna.

Aquí tampoco faltó la chica que quiso posar para viajarenverano, junto al busto de un líder político.

Como a las 5:30 sale el último campero para Cereté, con tiempo aseguro mi puesto adelante.

No dejo de sudar, hace mucho calor acá dentro, mientras el carro no esté en movimiento.

Una pasajera que se subió atrás y habla a través del celular, le dice a la persona con la que conversa:

‘No, tranquila que ya estoy llegando’.

Y el carro aún no ha arrancado, qué cosa cómo la gente aprovecha que los celulares no tienen geografía.

Muy bonito el paisaje de regreso, con un sol naranja ocultándose al frente, y escuchando vallenatos de Diomédez Díaz, como aquel titulado ‘Ayúdame a quererte’, que dice:

Porque tú eres la bendición,

Que hace más hermosa mi suerte’.

El alcalde de San Carlos hasta el 2019 es el señor Víctor Manuel Valverde Pérez. En esta localidad viven en total 23.000 sancarlenses, 5.000 en el pueblo y 18.000 en las fincas.