La Calle Arbat de Moscú (Rusia).
Martes 7 de junio de 2011
La calle Arbat en Rusia, es una vía peatonal de un kilómetro de longitud, por la cual los turistas transitan complacidos.
Lo mejor de Moscú.
Desde siglos atrás el sector ha sido epicentro de la nobleza rusa y en los años de la Unión Soviética, en esta calle vivían los funcionarios de mayor jerarquía.
Pasear por la calle Arbat en una tarde de verano es delicioso, por el aire juvenil que se siente en el ambiente, muchas vitrinas de artesanías, los artistas y músicos que trabajan en la calle y los almacenes bien decorados con productos nada económicos.
Quizá por tantos meses de frío en Rusia con mucha ropa encima, cuando llega el verano las chicas aprovechan para lucir ante todo, sus piernas.
Hoy: Federación Rusa.
Nuestro recorrido empezó detrás del edificio de Relaciones Exteriores, uno de los siete rascacielos rusos construidos en los años 50, símbolo del poderío y solidez de la que hasta los años 90 fue: la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas: URSS.
Con su glásnost (apertura política) y la perestroika (reestructuración económica) Mijaíl Gorbachov dio origen a la Federación Rusa que subsiste hasta hoy.
Vía Comercial.
En la calle Arbat se consiguen artesanías, libros y música; muchos artistas trabajan al aire libre y hay bares y restaurantes para disfrutar con amigos.
Lo que más disfruté fueron los almacenes de artesanías, en donde se exhiben las tradicionales matrioshkas rusas, muñecas, artículos exclusivos y toda clase de manualidades típicas.
Es muy bello el significado de las Matrioshkas: por un lado, la maternidad, pero en otro sentido más psicológico: las distintas personalidades que cada uno alberga dentro de sí que saca a relucir de acuerdo a las circunstancias.
Un sector con excelente decoración, iluminación exquisita y un ambiente de lujo al que no estoy acostumbrado.
Al terminar el recorrido por la calle Arbat, tomamos el Metro para conocer la iglesia Ortodoxa más grande de Rusia.
