Circuito por el norte de Antioquia.

En la sección ‘Circuitos’, proponemos a nuestros lectores recorridos por varios pueblos para visitar en un solo día. En esta oportunidad haremos un paseo por municipios del norte de Antioquia con atractivos interesantes.

Teleférico.
Teleférico de EPM.

El Salto, Teleférico EPM.

Todos los días a las 6:15 sale del Terminal del Norte un bus grande y cómodo que va hasta Guadalupe.

La primera escala de este periplo será en El Salto, el corregimiento del municipio de Gómez Plata. Luego visitaremos los municipios de Guadalupe, Carolina y por último Gómez Plata.

A mis amigos y familia les escribí este mensaje:

‘Vine a montar en el teleférico de El Salto, desayunaré en Guadalupe, almuerzo en Carolina y tomaré el algo en Gómez Plata’.

En el firmamento se ven  pocas motas de algodón, el sol ilumina como nunca. Desde la capital antioqueña nos dirigimos hacia el nor-este.

Montañas.
Bello día de verano.

Esta vez no ingresamos a El Salto, sino que de una vez llegamos  hasta la base del teleférico, a unas ocho cuadras desde la carretera de ingreso al corregimiento.  

La suerte fue llegar en el momento cuando estaban transportando cajas de archivo, así que no tuvimos que esperar una hora para tomar la cabina, bajar a la casa de máquinas y subir de nuevo sin pagar un centavo: el servicio no tiene costo.

En temporada de lluvias la cascada de al lado baja con caudal rebosante.  El firmamento azul sirve de fondo a tanto verde. Prevalece un paisaje de sol que contagia alegría y optimismo.

Guadalupe

Al llegar a la parte alta del teleférico de EPM, salía un chivero con dos señoras para Guadalupe. Excelente.  Por 4.000 estuvimos temprano en Guadalupe. Qué maravilla.

La hora disponible fue para desayunar, tomar fotos a las banderas que ondean sin parar para este viajero y las bestias que bajan por la calle central con las canecas vacías.

Banderas.
Plaza de Guadalupe.
Alcaldía.
Casa de Gobierno.

Para destacar en Guadalupe, el diseño de la alcaldía, una edificación pequeña, cómoda y con buen aprovechamiento del terreno. Casi todas las oficinas son ventiladas y con buena luz. Y los funcionarios tan amables como en todos los municipios paisas.

El Parque Biblioteca más abajo de la casa de gobierno, como casi siempre, con estantes llenos de libros pero sin un solo lector.

En seguida nos topamos un sitio deslumbrante: la hermosa finca que es otro de los atractivos turísticos de Guadalupe: la casa de Doña Pacha. Una mansión de corredor frontal y pilares rojos. Un muro de tapia resguarda los límites. Muy bella esa mansión que hoy está sin vivientes.

Casa-finca.
Finca Doña Pacha.
Canecas.
Arriero y su bestia.

De  nuevo por la calle principal se ven las casas campestres que a esta hora ilumina el sol mañanero de frente y al otro lado de la montaña.

Un caballo moro baja con el rejo suelto pero detrás viene el amo con el otro equino color café al cual debe ajustar la carga. La caneca lechera por poco se cae.

En la Casa de la Cultura una chica hace gimnasia en los aparatos, guiada por el tutor.

Al salir a la calle venía un motorista. Le pedí que me bajara en su vehículo de dos ruedas hasta el cruce para Carolina. De una abordé como parrillero.

Carolina del Príncipe

El amigo que me trajo en su moto desde Guadalupe me dejó en el cruce para El Salto a la izquierda, donde ya estuve o Carolina a la derecha.

Un cuadro de  cemento con señal de ingeniería hidráulica me esperaba para colocar en ella las cuatro letras. Gran soledad, árboles sombríos protegen mi piel. En esas apareció César un guía turístico y funcionario del Inder de Carolina del Príncipe que va justo para mi destino.

Como medio colegas conversamos muy bien la media hora de viaje en su auto Daewoo Tico.

Carolina tiene dos embalses: Troneras y Miraflores. César acompaña caminantes que disfrutan de pasear bordeando las lagunas, una de ellas con cascadas. Y una agencia organiza paseos a la laguna más alejada, la ida en carro y el regreso a Carolina a lomo de caballo.

Esquina.
Balcones en la plaza de Carolina.

De los cuatro kioscos que hay en la plaza de Carolina el mejor es ‘Donde Hugo’, con sillas de brazos y mejor atendido por sus dueños.

‘Samba de mi esperanza’ suena a esta hora mientras escribo estas líneas.

Que delicia estar acá en una tarde veraniega y en un pueblo tan agradable en día de semana sin muchos turistas.

El almuerzo fue en el restaurante El Minero, veinte pasos al lado de la iglesia. Por 20.000 una rica trucha más fríjoles y dos vasos de avena deliciosa.

A pie anduve hacia la salida para Gómez Plata. La moto-Metro me arrimó hasta la subida a una finca hermosa con vista espléndida. Qué risa ver esa moto-ratona con los colores del Metro de Medellín.

Moto.
Ingeniosa Moto-Metro.
Carolina.
Panorámica de Carolina del Príncipe.

Desde la subida, veinte metros antes de llegar a la finca la vista del contorno no puede ser mejor. Máxime ahora cuando los rayos del sol chocan contra el frontis de la iglesia de Carolina del Príncipe.

A las 3:40 apareció el bus que va para Medellín. Hasta Gómez Plata el pasaje cuesta solamente 4.000 pesos. Soy el único pasajero de un carro para 40 usuarios.

Gómez Plata.

En el bus que salió de Carolina a las 3:20 de la tarde llegué al pueblo que más me gusta de esta zona.

El reloj de la iglesia de Gómez Plata marca las horas con exactitud.

Iglesia.
Templo parroquial.
Mirador.
Mirador Las Acacias.

En Gómez Plata los miradores son para observar en la mañana, tanto el nuevo como el alto de la Cruz.

En la moto de ‘Darío Rápido’ subí al nuevo mirador en el barrio Las Acacias. Durante la tarde la vista no es tan buena teniendo la luz solar de frente.

Por último anduve a pie y en bajada más de un kilómetro hasta el registro 12 + 700  cerca de una casa con portada y mirador. Me deleito contemplando las nubes blancas y las montañas verdes que rodean la carretera.

Un planchón con madera de pino para hacer estibas me bajó hasta la Caseta Comunal Calderas. Amable el hombre que maneja la Dodge care-bola modelo 1.978.

Pero hasta peligroso viajar en un carro de solo un eje trasero y con 15 toneladas atrás. Buena la experiencia de todas maneras, el motor Mack que tiene el camión  hace mucho ruido en la cabina, no es cómodo, aunque sí fue bueno conversar con el chofer.

Aprendí que esa madera la utilizan para hacer estibas, hoy estará llegando cerca de la media noche a San Pedro donde vive el dueño del camión.

Pues sí que en la Caseta Comunal Calderas le agradecí al conductor su amabilidad. Siempre anduvo conmigo unos ocho kilómetros.

Camión.
Camión llevando madera.

En esas bajaba un furgón refrigerado JMC conducido por Luis Ángel López. Le puse la mano, le ofrecí 10.000 pesos hasta Niquía y aceptó de una.

A las siete de la noche me despedí de Luis Ángel, le pagué los diez mil pesos y quedamos casi que de amigos.

En la estación Niquía abordo el Metro. Qué paseo tan increíble el de hoy, en solo un día visité cuatro destinos, un espectacular Circuito lleno de aventuras y momentos inolvidables. 

Fecha del recorrido: Miércoles 18 de agosto de 2022.

Germán Vallejo

En este Blog publico relatos de mis viajes por Colombia y Antioquia. Desde el 2004 he realizado viajes, casi siempre solo, con pocos recursos y en transporte público. Estoy convencido que en un día soleado todo se ve más bonito, por lo que prefiero viajarenverano. Bienvenidos.

2 comentarios en «Circuito por el norte de Antioquia.»

  • el 15 septiembre, 2022 a las 10:54 pm
    Enlace permanente

    Excelente información
    A que horas estabas esa mañana para tomar el teleferico? 🙂
    Gracias

    Respuesta
    • el 16 septiembre, 2022 a las 8:49 pm
      Enlace permanente

      A las nueve de la mañana, entiendo que en las horas sale el teleférico en ambos sentidos. Saludos.

      Respuesta

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